Comedores intentan hacer frente al hambre infantil
CARACAS, Venezuela. Un grupo conformado por madres y líderes comunitarios prepara diariamente alimentos que reparte a niños de escasos recursos en un comedor comunitario del populoso sector del oeste de Caracas, en un programa que adelanta la iniciativa "Caracas Mi Convive" y que se reproduce en 60 espacios en toda Venezuela.
Al comedor del sector llamado Carapita, ubicado en una pequeña vivienda, asisten 90 niños de lunes a viernes y ahí reciben un almuerzo que ayuda a atenuar la severa crisis económica que golpea a sus familias.
La casa donde funciona el comedor pertenece a Doris Salazar, una obrera de 57 años, que dijo a EFE que la prioridad es atender a los niños "más necesitados y a los que sus papás el dinero no les alcanza para nada".
También, explicó, reciben a dos ancianos y cuatro jóvenes embarazadas y lactantes.
Este comedor sirve de lunes a viernes un menú variado diseñado para cubrir los requerimientos nutricionales mínimos para un niño, según indicó Claudia Astor, de Caracas Mi Convive, organización que desde 2016 auspicia estos espacios.
El mes pasado, el parlamento venezolano calificó de crítica la situación alimentaria en las escuelas del país al asegurar que el 90 % de ellas no cuenta con el Programa de Alimentación Escolar (PAE), ni con "recursos para atender a niños y adolescentes" mientras "la desnutrición va galopando".