Empleado de una constructora habría abusado de su propia hija

Un empleado de una empresa constructora sufrió un duro revés judicial después de que la Justicia dictara la prisión preventiva en su contra por seis meses. El hombre está sospechado de haber abusado sexualmente de su propia hija.

El acusado llevaba poco más de 30 días tras las rejas y el juez de Control y Garantías, Dr. Rodolfo Améstegui, dictó la prisión preventiva en su contra por el plazo de seis meses más.

El magistrado dictó la resolución haciendo lugar a lo solicitado por la fiscal del caso, Dra. Norma Matach, la cual requirió la medida por entender que existían riesgos procesales si el imputado salía en libertad.

Para la fiscal, el acusado podía entorpecer la investigación amedrentando a la víctima, su propia hija, o a las personas que aún deben prestar testimonio del entorno familiar. Al mismo tiempo, la representante del Ministerio Público deslizó que por la alta pena en expectativa, el sujeto podría intentar fugarse.

Imputación

"Abuso sexual simple agravado por la condición de padre y la convivencia", serían los cargos que pesan sobre el sospechoso de más de 40 años.

Hace poco más de un mes, la psicóloga de un establecimiento educativo de esta ciudad le comunicó a miembros de la Dinaf que había una alumna que posiblemente haya sido víctima de un abuso.

Inmediatamente desde el organismo provincial se puso en conocimiento de la Fiscalía y el caso recayó en manos de la Dra. Matach. Ésta citó a la menor para ser entrevistada por psicólogos del Poder Judicial y examinada por el Cuerpo Médico Forense.

En esa oportunidad, la menor se negó a ser revisada por una médica, su padre estaba afuera, pero sí le habría confesado a la profesional parte de su calvario, al señalar que su papá la había "tocado" en varias oportunidades y que llegó a apoyarle su miembro en sus glúteos. En ese momento habría deslizado que los hechos ocurrieron cuando tenía 9 años y hace 12 meses; hoy tiene 15.

Investigación

Ante tamaña revelación, la forense informó lo sucedido a la fiscal, la cual citó de inmediato a la madre y le comunicó lo manifestado por su hija, pero ésta se habría negado a denunciar a su esposo. La Dra. Matach inició en consecuencia una investigación de oficio.

Tras reunir los primeros elementos, la fiscal solicitó la detención del sospechoso y un juez libró la medida. Con el sujeto apresado, citó nuevamente a la menor y los médicos habrían constatado desgarros de vieja data.

Cuando se llevó a cabo la Cámara Gesell, la adolescente volvió a relatar que su papá intentó manosearla en varias oportunidades y que la última vez quiso tocar sus pechos por debajo de la remera, pero ella le quitó su mano de encima y salió de la habitación llorando.

Aseguro que su madre se dio cuenta de lo sucedido y la mujer habría regañado a su esposo, por lo que éste le pidió perdón a la víctima.

Del testimonio en Cámara Gesell, los psicólogos habrían concluido que la menor se encontraba muy angustiada y advirtieron muchos silencios. La víctima habría manifestado que su familia está "enojada" con ella, que no le hablan y que la tratan de mentirosa.

La damnificada tiene una hermana menor a la que trata de proteger, diciéndole que no use ropa "corta" y habría señalado que teme que pueda ser víctima de otro abuso.

El informe socioambiental también complicaría al acusado. Se habría podido establecer que es el único sostén de la familia y a partir de ello ejerce un tipo de violencia psicológica sobre su esposa, así como también sexual, ya que ella misma habría admitido que fue obligada en varias oportunidades a mantener relaciones sexuales.

El acusado permanecerá ahora al menos seis meses más en prisión. En ese tiempo, la fiscal deberá concluir con la producción de pruebas y para ello citará a declarar dos amigas de la víctima, se solicitarán pericias psicológicas a la menor y a su padre, como también un informe de la Dinaf sobre la situación de los otros menores en la familia.