Con "ayuda" de su concubino, una mujer le propinó una brutal paliza a su propio hijo
El pequeño tiene 3 años y presenta 10 días de curación. La pareja quedó tras las rejas por orden del Dr. Pablo Moya.
Un ampleado de una empresa textil se presentó en la Comisaría del Menor y la Mujer y denunció que a través de vecinos del Bº Juan Parón tomó conocimiento de que su hijo de 3 años estaba siendo agredido por su madre, quien lo tiene a cargo, y por la pareja de ésta.
Ante los dichos del angustiado padre de 42 años, residente en el barrio Textil, los efectivos de inmediato se trasladaron hasta la casa donde reside el menor con su madre y su padrastro, en el pasaje Andes y La Rioja.
Grande fue la sorpresa de los efectivos cuando al presentarse en la casa encontraron a los acusados ebrios -y aparentemente bajo efectos de sustancias tóxicas- quienes se tornaron agresivos con los uniformados.
Al solicitar la presencia del niño, los funcionarios hallaron al menor con importantes heridas en su cuerpo y en deplorables condiciones de higiene. Ante ese episodio, de inmediato se comunicaron con el fiscal de turno, Dr. Pablo Moya.
El representante del Ministerio Público ordenó que el niño sea examinado por el médico de Sanidad, quien tras revisarlo informó que presentaba heridas curables en 10 días.
El fiscal también solicitó la aprehensión de la pareja, trasladando a la mujer a la Comisaría Nº 2 del Menor y la Mujer, y a su concubino a la Seccional 15. Mientras que el niño quedó al cuidado de su padre biológico, quien fue el que radicó la denuncia.
Antecedente
El hombre contó que tiempo atrás la Justicia de Familia le concedió la tenencia de la hija mayor que tiene con la acusada, una nena de 12 años, por los malos tratos que recibía por parte de su madre.
El fiscal ordenó que el menor sea trasladado al cuerpo forense para que el médico determine con qué elementos se habrían producido las lesiones. La policía realizó un relevamiento vecinal, que fue lapidario para la pareja detenida.
Según contaron, a diario se escucha el llanto del pequeño, quien en reiteradas oportunidades también es encerrado en la casa.