Instalaron más de 300 cámaras para combatir el delito y las picadas
La Policía santiagueña lleva instaladas alrededor de 330 cámaras de seguridad en la Capital, Banda e interior, con el propósito de apuntalar el trabajo preventivo, anticiparse a la comisión de delitos, evitar siniestros viales y actuar con celeridad en hechos contravencionales, tales como las mal llamadas “picadas ilegales”, entre otras.
Lo mencionado es el resultado de un plan estratégico de seguridad que capitaliza la información que se obtiene mediante el Sistema de Video Vigilancia Urbana, (Salas de Monitoreo) y coordina las acciones preventivas de los efectivos que patrullan a diario las distintas calles y rutas de las ciudades más importantes de la provincia.
Según se pudo saber, en los últimos meses se intensificaron los controles con la instalación de al menos 60 nuevos puestos de monitoreo, diseminados en sectores estratégicos de acceso y egreso a barrios de la zona Sur y Este de la Capital, Barrio Rincón de La Banda y en Clodomira, los que se suman a los 270 ya existentes y en pleno funcionamiento en todo el territorio.
Estas cámaras de vigilancia son controladas por la Policía durante las 24 horas del día y en muchos casos desde la sala Central de la Dirección General de Comunicaciones con base en Jefatura Central, mientras que el resto, desde los Departamentos de Seguridad Ciudadana y otras dependencias.
Asimismo, la tarea del operador de las cámaras es coordinar la tarea de los móviles policiales en circulación que cuentan con un sistema de posicionamiento global (GPS), lo que permite, al conocerse una novedad, el envío del patrullero más cercano al lugar del hecho, reduciendo los tiempos de respuesta.
Picadas Ilegales
Por otro lado, las autoridades policiales pusieron especial énfasis en la necesidad de contrarrestar las cuestiones negativas que acarrean las picadas ilegales y el personal se halla abocado a evitarlas, con el uso de este equipamiento tecnológico. Tanto es así que el trabajo conjunto entre las diferentes dependencias policiales se acelera y pone a disposición sus medios logísticos y humanos en procura de encontrar una solución a la problemática.
Con la instalación del sistema de video vigilancia urbana, lo primero que se pretende es detectar la concentración de motovehículos en arterias que ya se sabe suelen ser consideradas “pistas de carreras” por los inescrupulosos, quienes sin medir las consecuencias ponen en riesgo sus propias vidas y las de terceros con sus competencias ilegales. Lo segundo es comisionar efectivos uniformados al sitio indicado por el operador de las cámaras para disuadir a los motoqueros, para evitar que se concreten las carreras y para llevar a cabo el procedimiento correspondiente.
Por último, se supo que la distribución de los puestos de video vigilancia, se realizaron teniendo en cuenta entre otras cosas, la densidad de población, las problemáticas sociales que atraviesan y en especial, una planificación que tiende a cubrir cada sector de manera organizada y completa,
Por caso, se puede mencionar la instalación de las 14 cámaras en el Barrio Saint Germain, a las que le siguieron otras 16 con base en la Comisaría 51. En la Departamental 16 del Barrio Los Flores, 14 cámaras representaban una tercera etapa y en una cuarta etapa, las 10 que son monitoreadas desde la sala recientemente inaugurada en la Comisaría Comunitaria Nº6.