Empleada pública denunció que fue estafada en una "cueva" financiera por casi $900.000
La Policía y la Fiscalía anoche realizaban diversas medidas para esclarecer las circunstancias del hecho.
Una empleada pública denunció que fue estafada por un joven que tendría una cueva financiera al intentar comprar dólares. La mujer le entregó casi $900.000 y el acusado nunca regresó con los billetes de la divisa extranjera. La Policía y la Fiscalía investigan el hecho.
Un llamado telefónico de la damnificada alertó al personal de la División Delitos Económicos, que se hicieron presentes en un salón de eventos de la zona sur de la ciudad.
En el lugar se encontraron con una mujer de 62 años y su hijo, los cuales habrían sido víctimas de una defraudación.
La denunciante relató que el miércoles había vendido una propiedad que poseía en La Banda, oportunidad en la que dialogando con un escribano, le manifestó su deseo de comprar dólares con el dinero de la venta.
El profesional le habría manifestado que conocía a un joven que realizaba ese tipo de transacciones y le pasó su contacto telefónico.
La mujer se comunicó esa tarde con el "arbolito", el cual la citó a su salón y acordaron vía telefónica la compra de dólares a $39 por un monto total de $897.000, cifra a la que habría llegado con ahorros de la familia.
Con el acuerdo en curso, la damnificada se presentó junto a su hijo de 33 años en el lugar señalado. Allí iniciaron la operación y se dieron con que había olvidado $6.000. Decidió regresar a su domicilio dejando a su hijo junto al vendedor de las divisas.
Al volver con el dinero faltante al salón, su hijo le manifestó que el denunciado le había dado los $891.000 a dos empleados para que los depositaran en una entidad bancaria del centro de esta ciudad y que éstos debían regresar con los dólares.
Pasaron unos minutos y el dueño del lugar les manifestó que se retiraría hasta la esquina, saliendo del salón sin regresar por horas.
La mujer habría permanecido allí hasta las 18, cuando se trasladó hasta la División Delitos Económicos de la Policía de la Provincia, donde radicó la denuncia del hecho.
La damnificada reveló que el acusado no le contestaba las llamadas y apenas le contestó algunos mensajes de forma escueta, y sin darle una respuesta sobre su dinero.
Por si fuera poco, aseguró que tras la denuncia, regresó al salón y fue amenazada por cuatro hombres.
El hecho fue informado al fiscal de turno, Dr. Sebastián Robles, el cual ordenó que se periten los teléfonos, que se tomen testimonios y no descartaba tomar nuevas medidas en esta jornada.