BUENOS AIRES

Murió tras realizarse un aborto con una rama de perejil

La mujer de 34 y mamá de dos hijos, sufrió un shock séptico.

Una joven de 34 años murió tras ingresar en grave estado a la guardia de un hospital bonaerense con una infección generalizada, producto de un aborto hecho con una rama de perejil que fue hallada en su útero por los médicos. El caso generó una enorme tristeza y llenó las redes sociales de críticas a la decisión del Senado de no haber legalizado el aborto.

Fagioli, que pertenece a la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, relató que a la paciente “se le practicó una histerectomía de urgencia, en la que se le retiró el útero, que es el punto de infección, pero este tipo de infecciones avanzan muy rápidamente y el cuadro ya era gravísimo”.

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La víctima, identificada como Liz para preservar su verdadera identidad, era madre de dos hijos e ingresó a la guardia de un sanatorio en la localidad de San Martín, el domingo. Luego fue trasladada al hospital provincial de General Pacheco, en Tigre, donde estuvo internada en terapia intensiva dos días hasta que ayer falleció.

El ministro de Salud bonaerense, Andrés Scarsi, dijo que siente “dolor” por la muerte de Liz, aunque respaldó el protocolo “restrictivo” que se aplica en la provincia. “Lo que le pasó a esta mujer es que sufrió un shock séptico, es decir, un cuadro infeccioso. Eso pasa con muchos otros cuadros, no sólo con los abortos”, remarcó Scarsi, quien consideró que en lugar de avanzar con una legalización del aborto en la Argentina, “el foco fuerte debe estar en la educación sexual”.

Al mismo tiempo, dejó de lado la competencia de la provincia en la materia: “Cuando uno está en un lugar de tanta responsabilidad, hay que acatar las decisiones que se toman, y acá el Congreso decidió.

Garantizamos la atención de las patologías que tienen legislación”, sostuvo, justificando que la mujer fue atendida por la infección y no por el aborto clandestino.


La familia temía que quedara presa

Cuando el domingo Liz llegó al sanatorio, su madre no dijo que se había practicado un aborto por pánico a que su hija quedara presa. Tampoco se quejó por la atención que recibió por el mismo motivo. De todos modos, los médicos se dieron cuenta enseguida de la situación y más cuando descubrieron en el útero el tallo de perejil. Este era el tercer aborto que se practicaba.

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