Investigan deudas con cheques en el crimen del mecánico Eduardo Móttola
Contadores analizan los ingresos y egresos de la víctima. Persiste el enigma en su vínculo afectivo.
La fiscal Aída Farrán Serlé investigaría una serie de empréstitos con cheques, dentro del misterio emergente en el homicidio del mecánico Eduardo Móttola.
Así lo deslizó una alta fuente judicial, ocho días después que un desconocido acribillara de cinco tiros al mecánico en su taller de Pedro León Gallo, entre Santa Rosa y 12 de Octubre.
Según un arqueo contable, la víctima tenía varias deudas y cheques que debía "levantar", sin haberlo logrado a tiempo.
Hipótesis
Esa es una de las aristas en que se edifica el proceso, en similar magnitud de repercusión que la hipótesis de un crimen pasional.
Para los investigadores, todo debe "revisarse" y nada puede descartarse, ya que aún no hay imputados.
Pese a que transcurren los días, la policía no descarta que alguien haya visto al homicida.
El asesinato fue ejecutado a las 21.30, mientras las casas y comercios aún mantenían abiertas sus puertas.
Sin cámaras
Sin embargo, no hay cámaras que hayan detectado el paso del asesino, pero todos confían en que alguien captó al criminal.
A tal fin, la fiscal mandó a las calles a varios policías, de civil, resuelta en que "zarandeen" en los aguantaderos y regresen con noticias.
Farrán Serlé sabe que el crimen perfecto no existe e intuye que el asesino no puede ocultarse tanto tiempo simulando seguir su vida como si nada.
A paso firme, sus instructores no desentonan e indagan en el universo femenino cercano a Móttola.
Declararon varias amigas y ex parejas, quienes manifestaron que no advirtieron nada fuera de lo considerado normal.
Móttola tenía tres hijos. Fue ejecutado mientras trabajaba y antes que cerrara el local. Los policías asumen que el asesino lo vigiló días antes y aprovechó la ocasión, al encontrarlo solo y en la noche.