ESPECIAL PARA EL LIBERAL

ANÉCDOTAS DE TAXI | Redoblona con el 15

Por Víctor David Bukret.

A los hombres nos sucede y no importa, (en éste caso), el tamaño.

La cuestión es que al sentarnos, sobre todo en un auto, tenemos que acomodar a los "amigos"...

Con nuestras mujeres presentes, esposas o hijas, la tenemos re clara, y pasa desapercibido... 

Con nuestros hijos, es un honor. A  dúo, coordinado,  una realización social. 

Pero aquella vez, llevaba dos pasajeras. Tía y sobrina. ¡Cuál más buena! La veterana al lado mío. El viaje comenzó en una estación de servicios de Lavalle y Colón. Cordialmente me preguntaron si estaba libre, mientras me abastecía de combustible y abordaron sonrientes. En el inicio del trayecto, busqué la oportunidad para manotear el asunto, y colocar las cosas en su lugar. Recuerden, subimos al auto al mismo tiempo los tres. En un momento en el que percibo que ambas miraban para otro lado, aprovecho para realizar la veloz maniobra, con la calidad de Ginóbili.

 El viaje continuó con comentarios agradables sobre el clima, unas plantas medicinales y las elecciones para intendente... Las bellas mujeres bajarían en la Terminal de Ómnibus, pero un par de cuadras antes de llegar, la señora me dice:

 -¡Pare! En ésa tómbola nos quedamos; le voy a jugar al doble cero... 

Y a la sobrina me dice: 

 -¿Cuánto es, "gallina prolija"?


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