Para el Gobierno, el escándalo "es un tema de la Justicia"
El gobierno de Mauricio Macri reaccionó con una mezcla de sorpresa y expectativa a la ola de detenciones y pedidos de indagatoria a la ex presidenta Cristina Kirchner, su ministro de Planificación Julio De Vido y otros importantes funcionarios, vinculados al cobro de coimas a empresas constructoras y energéticas, contratistas de obra pública.
"No hay posición oficial ni la va a haber por el momento. Es un tema de la Justicia", afirmaron a lanacion.com.ar gente cercana al jefe de gabinete Marcos Peña, a quien la noticia lo tomó en medio de los preparativos para su informe mensual en la Cámara de Diputados.
Si bien evitaron expedirse sobre el asunto, tres funcionarios cercanos al Presidente afirmaron que las dimensiones del escándalo, centradas en cuadernos en los que el chofer de Roberto Baratta, número dos de De Vido anotaba las presuntas coimas, aún no son mensurables.
Más allá de cierta satisfacción por la citación a la ex presidenta, en el Gobierno creen que el kirchnerismo intentará "igualar todo, y meter a todos en el mismo barro", basados en que uno de los detenidos formó parte de Iecsa, una de las empresas involucradas y propiedad del primo del Presidente, Angelo Calcaterra.