Reducen con armas de fuego a comerciante y le llevan $10.000
La propietaria se encontraba con su hijo y su sobrina de 14 años. Los ladrones se hicieron pasar por clientes para cometer el asalto.
Violento robo sufrió la dueña de un comercio, quien se encontraba en compañía de sus familiares, y se vio sorprendida pos dos personas armadas quienes tras amenazarla le sustrajeron $10.000.
Según informó la policía, el grave episodio se registró en un en un quiosco del Tercer Pasaje del barrio Oeste de Loreto. Sucedió durante las últimas horas del martes, cuando su dueña Ambrocia Leguizamón, de 66 años, se encontraba en compañía de su hijo Cristian (35) y su sobrina Milagros Díaz (14).
La damnificada contó a los uniformados que el salvaje asalto ocurrió minutos después de las 21.30, cuando haciéndose pasar por un circunstancial cliente, un hombre llamó a la puerta y pidió que le vendieran cigarrillos.
La sexagenaria, sin sospechar el calvario que iba a vivir, fue hasta la puerta para atenderlo y fue entonces cuando el ladrón extrajo un arma de fuego, se acercó hasta donde estaba la adolescente y amenazó a la menor pidiéndole dinero.
Casi en simultáneo apareció otra persona en escena quien también portando un revólver les gritó "¡Cállense, ustedes saben lo que han hecho! Venimos mandados, sabemos que tienen plata". Así vociferaban los malvivientes que tenían el rostro cubierto con pasamontañas para no ser reconocidos.
Ejerciendo violencia, los delincuentes los llevaron hacia el dormitorio. Allí los arrojan al piso y los ataron con una bufanda y un cable. Atemorizada por la brutalidad del atraco, la señora Leguizamón les hizo entrega de $10.000 y les pidió que se fueran y que no les hicieran nada.
Un cliente que en ese momento golpeó las manos para ser atendido salvó a las víctimas, ya que los ladrones -pese a que tenían el dinero en sus manos- seguían exigiendo más. Los malvivientes se dieron a la fuga con el efectivo, pero dejaron maniatados en el interior de la vivienda a los moradores.
La denuncia fue radicada en la Comisaría 27.