JUICIO

Lagostena fue declarado culpable del crimen de Érica Soriano

Por unanimidad, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número 8 de Lomas de Zamora, emitió la sentencia. El viernes se conocerá la condena.

Lagostena había llegado al juicio, iniciado el 4 de junio pasado, como acusado de "homicidio simple en concurso ideal con aborto en contexto de violencia de género".

Érica Soriano, estaba embarazada de dos meses cuando fue vista por última vez con vida, el 20 de agosto de 2010. Por el caso, Lagostena permanece detenido desde mayo de 2016.

Las sospechas apuntadas por el fiscal es que mató e hizo desaparecer a su pareja con la complicidad de personas vinculadas a casas crematorias, con las que tenía contacto por medio de su familia que son dueños de una casa velatoria.

El día de la desaparición de la mujer, de acuerdo con lo que se pudo probar en el debate, la pareja fue a ver a un ginecólogo y regresó por la noche a la casa de Lanús en la que vivían. Una amiga de Érica dijo que habló esa noche con ella y advirtió que había tenido una discusión con su pareja.

También se estableció que en la casa de Lanús se encontraba una tercera persona no identificada que llamó a una pizzería. Cerca de la medianoche, Lagostena intercambió varios mensajes con su sobrino Diego Poublán, de 25 años.

Luego, se pudieron advertir seis llamadas, cerca de las 5 del día 31 entre Lagostena y el teléfono de la madre del joven, primero ubicado en la Costanera Norte y luego en Lanús. A la mañana siguiente, los familiares de la joven intentaron comunicarse con ella en forma infructuosa y Lagostena les dijo que había salido hacia la casa de ellos, en Villa Adelina.

La familia de la joven, ante sospechas motivadas por una mala relación de la pareja, fueron a la casa de Lanús con la Policía y encontraron la ropa que el hombre dijo que su pareja tenía puesta en el momento de salir, el ácido fólico que tomaba por su embarazo y todas sus pertenencias, con excepción del celular. Otra situación sospechosa es que la chimenea de la casa estaba prendida, pese a tratarse de un día que no era frío, y además encontraron restos de una bombacha.

La familia no tiene dudas: Lagostena mató a Érica y se deshizo del cuerpo a través de sus contactos con sepelios y crematorios. Sin embargo, la defensa pide que lo absuelvan, ya que el cuerpo nunca se encontró. “¿Por qué hablan de que Érica está muerta si está desaparecida?”, dijo el abogado defensor durante el juicio. Para ellos sin cuerpo no hay delito pero, sin embargo, hay antecedentes que dicen lo contrario.


Miguel Bru, el estudiante de periodismo

Miguel Bru desapareció el 17 de agosto de 1993 y su cuerpo nunca apareció. Un testigo que lo vio contó haber visto a Bru golpeado y torturado por policías en la Comisaría 9° de La Plata. Tiempo después ese testigo fue asesinado en un operativo dudoso de la policía bonaerense. Años después, en un fallo inédito se condenó a dos ex policías a prisión perpetua por torturar y asesinar al estudiante de periodismo. El caso de Miguel Bru no sólo es un antecedente en lo que respecta a una condena sin cuerpo sino también en las causas de gatillo fácil.


Annagreth Würgler, la turista sueca

Annagreth llegó el 27 de agosto del 2004 a La Rioja junto a su novio Mathias Villiger con quien se había propuesto recorrer el país. Sin embargo, en el camino discutieron y decidieron continuar el viaje cada uno por separado. La turista se adentró en el parque nacional Talampaya y se puso en contacto con Alcides Cuevas, propietario de un hostel de la zona y su empleado, Miguel Narváez, las últimas dos personas que la vieron.

Según determinó la reconstrucción judicial, Narváez dejó solos a Cuevas y Würgler en la noche del 29 de agosto, y fue el dueño de la hotel quien la asesinó.

El testimonio del empleado de la hostería, acusado como "partícipe necesario" del crimen y eventualmente absuelto, fue clave ya que sostuvo que su jefe le había dicho "no la vas a ver nunca más en tu vida, ella ya no existe". Cuevas fue condenado a 18 años de prisión pero hace apenas 2 años recuperó la libertad condicional.


Ángela Beatriz Argañaraz, la docente tucumana

El 31 de julio del 2006 por la mañana, Beatriz se tomó un colectivo cerca de su casa y se bajó en la zona del Abasto en el centro de Tucumán. A partir de ese momento, nadie más la vio con vida.

Según pudo determinar la investigación, la maestra fue citada por Nélida Fernández y Susana Acosta, dos ex religiosas que junto a Luis Fernández la golpearon hasta matarla. Luego se deshicieron del cuerpo y sellaron un pacto de silencio. Ambas ex religiosas fueron condenadas en 2006 a 20 años de prisión. El hombre, fue absuelto. Beatriz estaba a punto de asumir el cargo de directora en la escuela en la que trabajaban y sospechan que ese sería el motivo del crimen.


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