La fiscal del caso ordenó la aprehensión de la mamá, el padrastro y la abuela del menor
En medio de la profunda congoja que significó la muerte del pequeño Thiago Sosa para toda la comunidad de Las Termas, con el correr de las horas hubo importantes novedades en torno del caso.
La fiscal Melisa Deroy dispuso la aprehensión de la madre del niño, Miriam Sosa, de su pareja, José Silo, y de la abuela materna del menor.
Según deslizaron las fuentes, la representante del Ministerio Público considera que los adultos pueden ser penalmente responsables por la muerte del pequeño de sólo tres años. La mayor parte de la responsabilidad por el trágico hecho, lógicamente recaería sobre la mamá de la víctima.
La joven de 22 años habría dejado a su hijo encerrado con las puertas con llaves, ventanas enrejadas y sin avisarle a nadie de su familia acerca de su insólita determinación de viajar dejando al niño en esas condiciones.
Miriam Sosa y José Silo fueron alertados del voraz incendio y el fatal saldo cuando se encontraban en viaje de ida hacia Bolivia, aparentemente a comprar mercadería para revender en la ciudad termal.
Una vez que tomaron conocimiento, habrían emprendido el regreso y apenas llegaron a Las Termas, la Dra. Deroy ordenó la aprehensión de ambos.
Silo también quedó tras las rejas, ya que la fiscal entendería que la decisión de la madre pudo haber sido en concordancia con lo que disponía el acusado, o en su defecto no hizo algo para que la joven cambiara su determinación.
En tercer lugar, la fiscal también dispuso la aprehensión de la abuela materna de Thiago. Si bien la mujer habría confiado a sus íntimos que desconocía que el menor estaba en el interior de la vivienda, tenía una copia de llaves de la casa de su hija y no fue hasta casi una hora después de la llegada de Bomberos que recién "recordó" que tenía con qué abrir las puertas.
"Abandono de persona seguido de muerte, agravado por el vínculo" sería la calificativa que la Dra. Deroy le enrostraría al trío, que serían indagados hoy o mañana.