ENTREVISTA EXCLUSIVA DE EL LIBERAL

Dlugi: "No sé si podría recomendarle a alguien hacerse un aborto"

La periodista, que participa del Santiago del Estero Film Fest, habló acerca del proyecto de despenalización del aborto y enfatizó: "Soy pro vida".

Catalina Dlugi es una de las grandes referentes del periodismo de espectáculos en el país. Crítica de cine, forjó una carrera a fuerza de talento y dedicación. En su paso por El Trece, durante veinticinco años, marcó un estilo que hoy, pero ya alejada de esa emisora (se retiró hace más de dos años) reafirma en "Agarrate Catalina", ciclo radial que se emite de 12 a 14, por una emisora de AM de Capital Federal. Y es en este programa en donde los famosos se confiesan a corazón abierto.

Catalina está en Santiago y en un alto de sus obligaciones, habló en exclusiva con EL LIBERAL.


¿A qué atribuyes el hecho de que las celebridades, como lo hicieron Calu Rivero y Luciana Salazar, hablan de sus problemas?

Eso fue muy fuerte. Son muy lindas experiencias. En el caso de Calu Rivero, que fue la primera vez que ella habló del abuso, estábamos hablando de su vida y yo preguntaba con mucho cuidado. En ese momento, habían estallado en EE.UU las acusaciones de abuso sexual en contra de Harvey Weinstein. Ella vive en Estados Unidos. Así fue qué le pregunté: "Cómo vivís el me too (‘Yo también’, el movimiento surgido para denunciar la agresión sexual y el acoso sexual) porque tu nombre, alguna vez, estuvo envuelto con la palabra abuso". Y ella me respondió: "A mí no me la tienen que contar, yo la viví". Y ahí se largo hablar. Yo no la conocía personalmente. La vi hace poco en el estreno de "Derechas", una obra de José María Muscari en donde ella debuta como actriz de teatro, y la fui a saludar al camarín. Ella me abrazó muy fuerte, muy fuerte y me dijo: "Vos sabes que yo no sabía que iba a hablar de eso, pero hubo un momento en la charla en que sentí una voz interior que me decía por qué no". Y se dio. La verdad que son momentos muy especiales. Ella, después hizo un posteo, no sé si en Instagram o en Twitter, donde me nombró especialmente en esa nota porque fue como que se abrió una puerta, que había mantenido cerrada bajo siete llaves, para decir su verdad. Una chica muy jovencita, que en su momento no se animó a hablar, pero, bueno, éste es el momento de las mujeres, ¡agárrense, hombres!

Usted, ¿cómo ve este momento? ¿Es un momento o cree que el ‘me too’ y todos los movimientos que surgieron vinieron para quedarse?

Vinieron para quedarse. Éste un momento histórico, es un momento bisagra, es un momento que me emociona mucho como mujer. Creo que es un momento absolutamente vital de la mujer. Vino para quedarse y no hay marcha atrás, definitivamente. Pasé por la Catedral de Santiago y había una mesa en donde se hablaba y llamaba para votar en contra del aborto. Yo respeto todas las decisiones. Yo creo que es un tema de salud pública y no de religión y no de ética. Yo soy pro vida. Soy una mujer que no sé si podría recomendarle a alguien hacerse un aborto ni hacérmelo yo. No lo sé, pero sí sé que hay mujeres que una vez que toman las decisiones están desamparadas y están dejadas de la mano del Estado. Entonces, yo creo que es un momento en que la gente que tiene el poder, que en este momento va a decidir y va a votar, debería pensar que es un caso de salud pública. Después, la persona que tiene la convicción familiar o religiosa porque sea legal no va a ir corriendo a hacerse un aborto. No es así. Digo a la gente que está en contra, que hay que salvar dos vidas, que siga haciendo su lucha. Me parece que este fue un momento en que hubo mucha unión entre muchas actrices, entre mucha gente del espectáculo y periodistas y mujeres anónimas y una cantidad de gente joven que ya lo entendió mucho más rápido que nosotros los adultos. Digo a la gente que está en contra, que piensa que hay que salvar dos vidas, que siga haciendo su lucha, que siga haciendo proselitismo. Por ejemplo, la Ley del Divorcio, no fuimos corriendo a divorciarnos. Bajo la tasa de divorcio. Se regularizó la gente que capaz que durante años vivieron separados y no pudieron legalizar una nueva unión. Yo no creo que eso cambie nada. Yo creo que la gente que tiene convicciones morales y religiosas tiene que quedarse tranquila porque eso no va a afectar en nada al que tenga profundas convicciones. Es así. Hay que pensar que es un tema de salud pública, no es un tema de moral, no es un tema religoso.

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