Las riquezas históricas, paisajísticas y biológicas que se quieren preservar

Ashpa Puca (tierra colorada, en quichua), es otra localidad ubicada en las serranías del departamento Ojo de Agua, a unos 15 kilómetros de El Cajón, la que, a su vez, dista alrededor de 30 kilómetros al norte de Villa Ojo de Agua. Dueña de un entorno sorprendente por la belleza natural con que fue bendita, ha sido escenario del paso de varias competencias deportivas, como el Rally Dakar por ejemplo.

Es celosa defensora del paisaje y de sus recursos naturales. Su población también integra La Reserva Campesina y sus pobladores disponen de una perforación de 51 metros que le provee de agua a unos 20 parajes de los alrededores. Allí Nino Leguizamón, viejo poblador del lugar, recuerda que fue hace cuatro años cuando se hizo la perforación que se plantó a los 48 metros, cuando la broca dio con piedra durísima.

“Cuando la perforó, el camión se asentó de golpe y salió un chorro inmenso de agua con una presión tremenda”. Ese chorro surgió por espacio de “casi dos años”, así de importante fue el hallazgo.

A pesar de disponer de semejante reservorio de agua, saben la importancia de cuidar las vertientes y de promover la mejora de lo que ellos también aquí llaman cajones (piletones) de agua que se forman entre los cerros y por eso trabajan con el Gobierno provincial para esta promoción.

Vestigios Leguizamón cuida también una colección de hachas de piedra, manos de morteros y bolas de las boleadoras, vestigios de la presencia de los pobladores originarios.

Su sobrino Alexis describe la rica flora y fauna del lugar que incluye pumas y chanchos del monte, destacando la necesidad de cuidarlos, como otro tesoro junto con las vertientes.