El pequeño fue bautizado el viernes

Ante las complicaciones que se registraban minuto a minuto en la salud de Mirko, los padres que compartían sala con el pequeño sugirieron bautizarlo.

"Fue un instante, vino un sacerdote franciscano y lo bautizó. El amor que despertó Mirko en los que lo conocieron fue tan grande, que unos papás de un paciente se ofrecieron a ser los padrinos. Eso fue el viernes, cuando los médicos nos iban informando el estado crítico del bebé. Por suerte, Mirko se fue bautizado y rodeado de mucho cariño", dijo su abuela Mary, buscando consuelo en medio de tanto dolor.