Locura y delirio en el Oeste
Diego Jara, de penal, y Pablo Ortega marcaron los goles del equipo de Gustavo Coleoni, que consiguió el objetivo y se dio el gran gusto de tener su revancha. ¡Volvió!
El 30 de julio del año pasado, Central Córdoba perdía 2 a 1 con All Boys, en Floresta, y descendía de la B Nacional al Federal A. Esa misma noche, aún sin hacer el duelo, el Ferro se juraba volver. Le gritó a los cuatro vientos que quería revancha. Y vaya si la tuvo.
Ayer, 22 de abril de 2018, 265 días después de aquella profunda tristeza, el equipo santiagueño tuvo su gran alegría. Derrotó 2 a 1 a Defensores de Belgrano de Villa Ramallo, por la quinta y última fecha del Pentagonal Final del Torneo Federal A, y se quedó con el primer ascenso a la B Nacional.
El Ferro volvió, tal como lo juramentó aquella noche. El Ferro tuvo su revancha y está otra vez en la segunda categoría del fútbol argentino. Y lo hizo nada menos que ante su gente, ante un estadio Alfredo Terrera abarrotado de gente que alentó, se emocionó, se alegró, sufrió y explotó de éxtasis con el ascenso consumado.
Central no dependía de sí mismo, pero el triunfo de Estudiantes de Río Cuarto sobre Gimnasia de Mendoza, por 2 a 1 y en condición de local, era lo que necesitaba para celebrar.
Para las estadísticas quedará que Diego Jara, el goleador del equipo con 13 tantos, abrió al cuenta de penal, a los 12 minutos de la primera parte. Que Pablo Ortega aumentó a los 35’ de ese mismo período y que Hernán Ruben descontó a los 41’ del complemento.
El partido
Por primera vez se vio a un Central Córdoba nervioso en el arranque del juego, preso del momento que le tocaba vivir. A Vega, improvisado lateral derecho, le costaba tomar las marcas en el juego aéreo y Sainz tampoco ofrecía garantías. Fueron diez minutos de dominio visitante, en los que avisó con un remate de Moreno, por izquierda al primer palo apenas desviado, y un cabezazo de Luna que contuvo Taborda.
Bastó que Central atacara por primera vez para que abriera el marcador y rompiese definitivamente el juego. Sobre los 12 minutos, Vella llegó al fondo por derecha, sacó el centro que le cayó a Jara, el arquero amortiguó su remate pero antes, el defensor Luna, casi desde el piso la desvió con la mano. Penal que Jara canjeó por gol con un zurdazo bajo y cruzado para la primera explosión en el Terrera.
Defensores sacó del medio y casi empata en una jugada rápida que terminó en un potente cabezazo de Bonetto, que Taborda sacó de la línea, pero el juez la anuló a instancias del línea en una acción polémica.
Central comenzó a serenarse y tener un poco más la pelota, pero ni Coll ni Bucci lograban ser el nexo para los de arriba. Aún así, con pelota parada pudo ampliar el local con un cabezazo de Sainz, apenas desviado.
Sobre los 35’, Coll ejecutó un tiro libre desde la derecha, al segundo palo, y apareció Ortega para empujarla de cabeza y poner el 2 a 0 entrando por el segundo palo. Central tuvo para liquidarlo cuando Jara asistió a Coll, que enganchó y definió muy alto.
El complemento comenzó bastante tranquilo para Central. El equipo se fue afianzando y soltando cada vez más, ante un Defensores que no parecía complicarlo.
Parecía que todo era cuestión de dejar pasar el tiempo, porque las buenas noticias llegaban desde Córdoba y solo se esperaba el pitazo final para celebrar.
Pero Central no es Central si no sufre. Aunque sea un poquito. Y eso pasó a los 41’, con el descuento de cabeza de Ruben. Pero lejos estuvo eso de empañar la fiesta. El destino ya estaba escrito: Central Córdoba volvió a la B Nacional.