ANÉCDOTAS DE TAXI | La verdad

Por Víctor David Bukret.

Con una silla de ruedas lo acercaron a la puerta del asiento delantero.

Un grave accidente en un colectivo, el mes pasado, había tenido junto a su esposa... Los restos de pegamento en el brazo, daban cuenta de que estuvo con suero. Un bolso grande de equipaje. Cuando me dispuse a cargar la silla en el baúl, una de sus dos hijas me advirtió:

-Si mi papá le pregunta, dígale que "en el sanatorio".

-En el sanatorio, ¿qué?

-Solo eso, por favor...

-Como usted diga, señora.

Una de ellas solamente lo acompañó. La otra le dio un beso en la frente por la ventanilla al hombrecito, y se retiró.

A las dos cuadras del lugar, el señor de unos setenta años, y con la voz deteriorada, se esforzó en preguntarle a su hija:

-Y tu mamá, ¿dónde está?

-En el sanatorio papá.

Presentí que me miraba, pero yo traté de hacerme el distraído.

Lo previsto llegó.

-¿Usted sabe dónde está mi mujer? -Me dijo.

Y yo le respondí lo que estoy seguro, no era la verdad.


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