Qué valoran los jueces para definir la pena que aplican a los autores de un delito
Cada hecho delictivo, según el caso, se encuentra sujeto a un marco normativo que regula el margen de condena, de acuerdo con la escala que prevé la ley.
La determinación de una condena es una labor impuesta para jueces y Tribunales del Fuero Penal, que consiste en fijar las consecuencias punitivas de un delito. Cada hecho delictivo, según el caso, se encuentra sujeto a un marco normativo que regula el margen de condena, de acuerdo con la escala que prevé la ley.
Cuando sucede un ilícito, los jueces y Tribunales, en primer lugar tienen en cuenta los artículos 40, 41 y 41 bis del Código Penal Argentino, que establecen las pautas para la graduación de las penas, según al tipo de delitos cometidos.
En casos de abuso sexual con acceso carnal se dispone una pena de 6 a 15 años, mientras que en un homicidio simple, el mínimo es de 8 años y el máximo, de 25.
En función de esas circunstancias, el paso siguiente es analizar el artículo 41 y determinar la naturaleza de la acción. Esto significa dilucidar si el hecho fue violento o no, si se utilizaron armas u otro elementos, los medios empleados para ejecutarla, el daño causado, la edad del imputado, su educación, las conductas precedentes y si ha tenido denuncias penales anteriormente.
Por consiguiente, también se tiene en cuenta las situaciones atenuantes y agravantes que son claves para la determinación de la pena. Estas hacen referencia a ciertas eventualidades que reduce o aminora la responsabilidad penal, por ejemplo, si el imputado confiesa el delito, busca reparar o disminuir el daño, colabora con la investigación, o que no tenga antecedentes penales.
Mientras que las condiciones agravantes son aquellas circunstancias que aumentan el grado de responsabilidad de aquel que comete el delito y se le aplica una pena mas dura. Esto sucede cuando el delito se cometió con alevosía, lo que implica el uso de armas de fuego; si hubo un sufrimiento de la victima; si quedaron secuelas en ellas y, sobre todo, si es reincidente.
En relación a este punto, el artículo 41 bis del Código Penal Argentino, establece que cuando alguno de los delitos previstos en él se comete con violencia, con intimidación a la persona mediante el empleo de arma de fuego, la escala penal incrementa un tercio el mínimo y un tercio el máximo.
Por otra parte, si una persona tenía una pena anterior y es juzgado por un segundo hecho, ello no autoriza a los jueces incrementar la pena en el nuevo delito, porque en nuestro país se aplica el derecho penal de acto y no derecho penal de autor.
En otras palabras, se juzga y aplica pena por en hecho cometido en segundo lugar toda vez que por el primer hecho ya recibió su condena. De incrementar la pena en el segundo hecho por el delito que ya fue penado se afecta el principio non bis in ídem, que significa que ninguna persona puede ser juzgada y condenada dos veces por el mismo hecho delictivo.
Fines de una pena
Por último, el juez además de aplicar los artículos 40, 41 y 41 bis del Código Penal Argentino, para determinar la pena, también considera los fines de la misma. Hay fines de prevención general y fines de prevención especial.
Los fines de prevención general son aquellos que el Código Penal de la Nación envía un mensaje a la ciudadanía manifestando que si comenten un delito van a cumplir cierta pena.
Mientras que los fines de prevención especial son para el delincuente, es decir, que la persona que comete un delito es neutralizada y privada de la libertad por tantos años. De ese modo, debe resocializarse a través de los programas previstos por la ley nacional Nº 24.660, que son para la inserción social de los reos.