Un avión bimotor piloteado por un santiagueño se estrelló en un cerro y murieron los 4 tripulantes
El lamentable hecho enlutó a la vecina provincia y a Santiago. Las familias no encontraban consuelo. Hoy llegan peritos para trabajar en la escena. EL LIBERAL, presente en el lugar.
Miguel Urtubey acababa de cumplir 30 años. Por su trabajo, piloteaba ayer un avión de pequeño porte, en el que trasladaba a los hermanos José y Álvaro Calliera y Javier Zagaglia.
Había partido desde el Aero Club de Yerba Buena, Tucumán, y se dirigía con destino a la localidad de Garmendia, casi en el límite con Santiago, al noreste de la vecina provincia.
Hasta anoche no había indicios de lo que pudo haber pasado, lo cierto es que a los pocos minutos de haber despegado, la aeronave cayó en picada y se estrelló en un cerro de la localidad El Naranjo. No hubo sobrevivientes.
La tripulación había partido minutos antes de las 9, a la media hora se había perdido contacto y alrededor de las 11 se la informó como desaparecida, ya que nunca se reportó su aterrizaje en destino.
De inmediato se activaron los protocolos de emergencia y se recibió el informe de que en El Naranjo, departamento Burruyacú, había una aeronave siniestrada.
En cuestión de horas, la Policía de la Provincia, Federal, Aeroportuaria, Gendarmería Nacional, Bomberos Voluntarios de varias localidades, llegaron hasta el cerro, una zona de difícil acceso, y comenzaron la búsqueda con la ayuda de baqueanos que conocían a la perfección los senderos.
El humo de los restos del avión permitió localizar lo que quedaba de la nave. Casi paralelamente, personal de la Policía Federal y rescatistas se lanzaban desde un helicóptero empleado en la búsqueda.
Te recomendamos: Urtubey tenía vasta experiencia como piloto
Según describieron los efectivos en diálogo con EL LIBERAL, "el panorama era desolador. La aeronave estaba totalmente destruida y los cuerpos sin vida".
"El avión dejó un rastro de unos 80 metros de largo y unos 30 de ancho, destruyendo todo a su paso. En ese radio quedaron diseminados los restos de la nave y los cuerpos desparramados, además de árboles quemados", relataron aún angustiados.
Los rescatistas trabajaron intensamente en busca de sobrevivientes y extendieron el radio de búsqueda, pero no hubo resultados positivos. Afirman que era imposible determinar en primera instancia si los cuerpos hallados correspondían a los cuatro tripulantes o si alguno podía continuar con vida en otro sector.
El peor final
Alrededor de las 17, se terminó por confirmar que no había sobrevivientes y mientras se brindaba contención a los familiares de las víctimas, se iniciaba la investigación para determinar qué ocurrió y por qué el Beech-58 dominio N6926Z se precipitó bruscamente sin que Urtubey pudiera hacer algo para evitar el impacto.
Por disposición de la Justicia Federal interviniente, se delimitó el lugar y se lo dejó custodiado. Hoy a primera hora arribaría un perito de la provincia de Córdoba, miembro de la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil, quien realizará las pericias correspondientes sobre la aeronave y los forenses trabajarán sobre los restos de las víctimas.
Algunos familiares llegaron hasta la base del cerro con la esperanza de encontrar a sus seres queridos con vida y ante el trágico desenlace se vivieron escenas desgarradoras. Otros esperaban informes oficiales en el Aero Club de Yerba Buena, donde el Comité de Emergencia dispuso asistencia psicológica.
La fatalidad hizo que el joven santiagueño perdiera la vida en el día de su cumpleaños. Su muerte causó un profundo dolor en los amigos y familiares que había dejado en la provincia antes de radicarse en Tucumán. Dos provincias enlutadas por el trágico destino de los cuatro tripulantes y los interrogantes en torno de la caída de la aeronave que comenzarán a ser develados con el correr de los días.