La remontada de Central Córdoba terminó en escándalo
El Ferro la pasó mal en Río Cuarto y el árbitro tucumano Luis Lobo Medina se vio obligado a suspender el partido. Lamentable.
Una vez más, los violentos se hicieron sentir en una cancha de fútbol. Y lo que debió ser una crónica deportiva, lamentablemente queda en segundo plano por el accionar de estos energúmenos que tanto mal le hacen al deporte. Esta vez le tocó a Central Córdoba, que en Río Cuarto afrontaba un partido clave ante el local Estudiantes, por la segunda fecha del Pentagonal Final del Torneo Federal A. El local ganaba 2 a 0, con goles de Bruno Sepúlveda y Maximiliano Comba (uno en cada tiempo). Pero el Ferro reaccionó y descontó con un penal de Diego Jara (el Celeste ya estaba con diez por la expulsión de Maximiliano Zbrun) y luego lo empató con el tanto de Pablo Ortega. Faltaban 20 minutos y el Ferro buscaba concretar una remontada heroica para soñar con el ascenso a la B Nacional. Pero cuando se jugaban dos minutos de descuento, y tras una acción en la que se reclamó penal para Estudiantes, la parcialidad local invadió el campo de juego. Se vivieron momentos de tensión porque la seguridad se vio desbordada y los violentos se enfrentaron cara a cara con los jugadores ferroviarios. También periodistas santiagueños fueron agredidos verbalmente, aunque por suerte no pasó a mayores. Tras varios minutos de tensión e incertidumbre, los jugadores de Central se metieron en los vestuarios y el árbitro tucumano Luis Lobo Medina decidió suspender el cotejo. Ahora será el Tribunal de Disciplina del Consejo Federal de AFA el que tendrá la última palabra sobre la triste y negra noche de Río Cuarto. El partido A Central le costó entrar en ritmo de juego ya que arrastraba una inactividad de veinte días. Sin embargo, Estudiantes no lograba marcar supremacía porque estaba impreciso con la pelota. Aún así, el local se puso rápidamente en ventaja. A los 14 minutos, Taborda salió lejos a cortar un centro, no lo pudo impedir y el envío hacia atrás del delantero local no pudo ser rechazado por Vera Oviedo. Y le quedó servido a Sepúlveda para establecer el 1 a 0. Central salió a buscar el empate y tuvo dos chances para conseguirlo en esa primera mitad. Primero fue Salvatierra el que remató exigido por el cierre de Vester, facilitando el control del arquero Peralta. Y luego apareció Vella por derecha, en una jugada preparada, pero su remate dio en la parte exterior de la red. En el complemento, Comba aprovechó un error de Díaz y puso el 2 a 0 a los dos minutos. Parecía que todo se inclinaba para el local, pero a los 8’ llegó la expulsión de Zbrun y el Ferro se animó. Llegó el descuento a los 18’, con el penal de Jara, y Central no lo dejó acomodarse a Estudiantes cuando le asestó la segunda estocada: a los 25’ apareció Ortega en el área para culminar una buena jugada colectiva y poner el 2 a 2. A partir de ahí el juego se hizo de ida y vuelta. El local, pese a tener un hombre menos, lo fue a buscar obligado porque no le servía otro resultado que el triunfo. Y Central encontró huecos para la contra. Sobre el final, Vella se perdió un gol increíble debajo del arco. Después llegaron los incidentes y el triste final para una noche negra en Río Cuarto.