Añatuya: "Santa Pascuas...deme la bendición"
La tradición que no se pierde en el interior: salir a 'pedir las pascuas'
AÑATUYA, Gral. Taboada (C) Cientos de niños poblaron las calles de Añatuya. “Hay que salir tempranito, a las seis podemos arrancar” –“No chango, mejor a las siete”. –“Mira que si vamos temprano, más vamos a juntar'... Ese fue anoche el diálogo de unos niños en el barrio Manzione, mientras programaban el recorrido de hoy.
Y así lo hicieron. Temprano tomaron sus bolsitas de plástico y salieron a caminar los barrios. “Al centro hay que ir después de las ocho, esa hora abren los negocios” –“Si, podemos empezar por la casa de esa señora que el año pasado nos dio empanadillas, te acuerdas?”.
Te recomendamos: Los niños de Colonia Dora buscan la santa bendición
Y la inocencia de una antigua tradición gana las calles de la ciudad.
Algunos tímidos, otros más osados, golpean las manos o las puertas, los dueños de casa ya saben que pasarán, por eso la noche anterior ya preparan golosinas, facturas, rosquetes, empanadillas y algunos, hasta tienen la suerte de recibir algunos juguetes.
"Como sabemos que van a venir, preparamos las bolsitas con caramelos, chupetines, galletitas y chizitos. Siempre andan en grupos de entre 15 y 20", cuenta Don Carlos, un comerciante del barrio Obrero.
"Santa Pascuas…deme su bendición" se apresuran casi al unísono a decir cuando les abren las puertas. -“Ehh chicos, como no vinieron más temprano, ya han pasado otros y les dimos todo” (bromea un vecino mientras mira cómplice a su esposa) –“Has visto, yo te he dicho que teníamos que salir más temprano” se recriminan los niños, que luego suspiran aliviados al recibir "la bendición" de los dueños de casa.
Nadie sabe exactamente cuándo ni porque nació esta costumbre. Lo que sí está claro que en los pueblos del interior se mantiene viva, pese a los avances de las nuevas modas.
Los niños salen a recorrer los barrios y tras pedir la bendición, reciben la señal de la cruz en sus frentes y un obsequio, que guardan presurosos en sus bolsitas.
Al terminar el recorrido, cerca del mediodía, los integrantes de cada grupo se reúnen, y si lo acordaron antes, reparten en iguales proporciones lo recibido, (descontando lo que ya comieron), y cada uno vuelve contento a sus hogares.