Semana Santa reflexiva con Mons. Martínez Ossola contra el aborto
"No hay lugar para la eugenesia, para la eutanasia ni para el aborto ni para la pena de muerte", expresó.
La feligresía católica bandeña se volcó fervientemente a las celebraciones del Domingo de Ramos, en los distintos templos de esta ciudad, para participar de las procesiones, misas y bendiciones programadas para comenzar a dar los primeros pasos de la Semana Santa. En este contexto, el obispo auxiliar de Santiago del Estero, monseñor Enrique Martínez Ossola, presidió la celebración en la parroquia Cristo Rey, en donde hizo una enfática defensa de la vida en todos sus estadíos oponiéndose a una eventual legalización del aborto. Una semana especial Monseñor Martínez Ossola explicó en su homilía: "Con el Domingo de Ramos se inicia una etapa muy especial, se condensa un poco todo el espíritu de la Semana Santa. Los mismos que hoy celebran a Cristo como Rey vencedor, son los que lo van a traicionar el viernes diciendo: ‘Mántenlo’. Jesús entra (en Jerusalén) cabalgando sobre un burrito, lo cual muestra un señorío no de poder, sino de servicio, de entrega y de humildad. La carta de San Pablo de hoy (por ayer) expresa la generosidad de un Cristo que no retiene el ser como un dios, sino que se hace uno de nosotros y recibe la muerte infamante de un delincuente para llevarnos a la gloria de hijos de Dios". La gloria de Dios Continuó luego enseñando: "El objetivo de todo es celebrar la gloria de Dios en el Domingo de Pascua, en la Vigilia Pascual que tienen todos sus ritos y el domingo de Pascua, la celebración de la vida plena. Hoy es el Día del Niño por Nacer, porque el 25 de marzo es la Fiesta de la Anunciación que se suspendió por ser Semana Santa, que es la celebración de cuando el Niño Dios asume nuestra condición humana, es como el día del embarazo de la Virgen". Luego se expresó contra una eventual legalización del aborto: "Por eso hablamos de vida desde el primer momento, y estamos ante una ley de aborto que puede correr el riesgo de violar principios constitucionales de nuestro país, y la adhesión a pactos internacionales, que han marcado también la conformación de nuestra constitución de 1994 que está en vigencia. Por eso yo también apelo al sentido republicano de nuestros legisladores que no violen la Constitución, generando una ley que va a ser inconstitucional desde su origen. Nuestra Carta Magna defiende la vida humana desde sus comienzos, que es la concepción hasta que Dios llama. O esa, no hay lugar para la eugenesia, para la eutanasia ni para el aborto ni para la pena de muerte". "Cualquiera de estas decisiones que podrían ser legalmente asumidas, irían en contra del espíritu de esta ley suprema y nos aislarían de quienes han asociado el Pacto de San José de Costa Rica, en defensa de la vida en todas sus extensiones", concluyó.