Brasil aplastó a Rusia por 3 a 0
Los de Tité no echaron de menos a Neymar. Vencieron con goles de Miranda (tras un córner), Coutinho de penal, y el último de Paulinho.
En lo que era una prueba de fuego a ver cómo respondía sin Neymar, Brasil sorteó el amistoso con Rusia con un aprobado.
Después del un primer tiempo en el que se repartieron las llegadas y el dominio, el Scratch aceleró en el inicio del segundo y marcó los tres goles.
El 3-0 fue demasiado para el desarrollo del partido, aunque, por jerarquía, marca la diferencia clara que hay entre las dos selecciones que se preparan para el Mundial.
En el duelo jugado en el estadio Luzhniki, sede de la inauguración y de la final del Mundial, empezó mejor Brasil, con el control de la pelota, sumando a Dani Alves y a Marcelo al circuito de ataque. Eso obligó a que la línea de tres local rápidamente se transformara en una línea de cinco. Y de un pase del lateral del PSG llegó la situación más clara: Gabriel Jesús quedó mano a mano aunque su volea fue bien atorada por Akinfeev.
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Pero pasados los 25 minutos, el anfitrión del Mundial se serenó, empezó a presionar y, de errores en la salida de Brasil, llegaron las oportunidades para los rusos. Y qué susto, Brasil: a los 31', robaron la pelota, Samedov remató desde el borde del área y Alisson la mandó al corner por arriba del travesaño. Y en la siguiente, Smolov desbordó izquierda y a MIranchuk se le fue por arriba su disparo.
En la segunda parte, los dirigidos por Tite salieron decididos a imponerse en el terreno. Y ya al minuto, generaron la mejor acción colectiva del partido: en una contra, la manejó bien Douglas Costa, Willian la puso adentro y Paulinho entró por el medio: su remate pegó en las piernas de Akinfeev. Y Casmeiro se perdió el rebote.
Con mayor velocidad en la circulación de la pelota, claves el adelantamiento de Paulinho y más compromiso de Coutinho, Brasil se hizo dominador. Y enseguida se rompió el cero: a los 7', desde un centro desde la derecha, Paulinho cabeceó al segundo palo, el arquero dio rebote y Miranda, bien habilitado, la mandó adentro. Uno a cero.
Y una vez que entró una, entraron todas... Rusia se abrió y el Scratch se hizo dueño del partido. Y lo tradujo en goles. A los 15', Paulinho entró en el área y Golovin lo bajó. Penal, sin dudas, que Coutinho cambió por gol. Dos a cero. Y a los 22', de un centro de Willian -otro de buena actuación-, Paulinho puso la cabeza y volvió a inflar la red. Tres a cero.
Empezaron los cambios y ojo, Brasil no fue todo toque y toque. A los 31'. Thiago Silva salvó en la línea y, palo mediante, Miranda rechazó lo que era el descuento del local.
Y no hubo mucho más. Ahora, el equipo de Tité se preparará para enfrentar el martes a Alemania.