Dos integrantes del Summit Aconcagua lograron hacer cumbre
El conductor y el rugbier pudieron plantar bandera, a pesar de las malas condiciones climáticas.
El conductor Julian Weich y Ezequiel Baraja, un ex presidiario, lograron hacer cumbre este fin de semana en el cerro más alto de América, informaron los organizadores de Summit Aconcagua, desafío del que participa un grupo de personas que superaron diversas dificultades a través del deporte.
Weich, embajador del evento, y Baraja fueron los únicos integrantes en llegar a la cima del coloso de América (6.962 msnm) en la tarde del sábado, de un grupo de doce que incluía a Elisa Forti, una bisabuela maratonista de 83 años, el basquetbolista oro olímpico Fabricio Oberto y el futbolista ciego Silvio Veló.
Luego de una larguísima jornada Baraja y Weich, junto a los guías de montaña Ulises Corvalán, Guillermo Fuentes y el camarógrafo Pablo Betancur llegaron el sábado a la tarde a la cumbre del Aconcagua, informó la página web oficial del desafío. Tras trece días de expedición, el grupo celebró ‘la misión cumplida’ al alcanzar la cumbre a las 19.15 de ayer e hizo flamear la bandera de los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018.
La cumbre se alcanzó en un horario nada recomendable para una expedición tradicional ya que todo el camino de descenso se realizaría de noche, detallaron los expedicionarios en la bitácora publicada en la pagina web de Summit Aconcagua.
‘Por suerte había luna llena, lo cual resolvía el tema de la falta de luz’, agregaron.
Baraja, detenido en mayo de 2009 y condenado a seis años de prisión por robo calificado, en la Unidad Penitenciaria 48 de San Martín se sumó al equipo de rugby Los Espartanos.
“Gracias a mi esfuerzo, a mis compañeros y al deporte pude insertarme en la sociedad cuando recuperé la libertad”, contó antes de iniciar el desafío.
El periplo comenzó el 19 de febrero con el propósito de hacer cumbre entre el 1 y el 5 de marzo. En el primer campamento base, Confluencia, a unos 3.400 metros de altura, debió abandonar el ascenso Elisa, también conocida como la “nona que corre”, tras constatar los médicos del Parque Provincial Aconcagua que “no estaba en condiciones físicas” para continuar subiendo.