El ambiguo poder de las curanderas rurales
A las denominadas "hechiceras de Tuama" se les atribuye simultáneamente la habilidad de curar, dañar y reparar el daño.
"Es sabido que la hechicería supone una inversión de las relaciones de poder –explica Farberman– lo que los procesos nos advierten una vez más y de lo que las médicas rurales nos dan un buen ejemplo, es que esta "arma de los pobres" podía utilizarse con el consenso y aún a pedido del poderoso. Al fin de cuentas, la eficacia de la medicina "científica" no habría de ser mayor que la de la médica rural ni más certeros sus diagnósticos".