CRIMEN DE GALVÁN

Forense descartó que la víctima se haya autoinfligido la puñalada

El joven recibió una herida punzopenetrante a la altura del tórax con un puñal de una hoja de unos 30 centímetros que le provocó la muerte.

Nicolás Antonio Paz, el hombre que es juzgado por el crimen de Oscar Aníbal Galván, ve cada vez más comprometido su futuro. Uno de los forenses que practicó la autopsia a la víctima declaró en el juicio y descartó que la herida que causó la muerte de Galván se la pueda haber efectuado él mismo.

La Sala de Audiencias de las Cámara de Juicio Oral es el escenario del debate para definir si Paz es culpable o no del delito de homicidio simple en perjuicio de Galván.

El hecho de sangre se registró el 6 de septiembre del 2015. Sucedió una noche de domingo en el paraje Agua Amarga, ubicado a unos 60 kilómetros al norte de Nueva Esperanza, departamento Pellegrini.

En un almacén se encontraba un grupo de personas consumiendo bebidas alcohólicas. Allí se habría hecho presente el acusado, Nicolás Antonio Paz -de 32 años en ese momento- y llamó a un costado a Galván (27) para "hablar".

Todo parecía normal y era una conversación en la que aparentemente había algunos reclamos, hasta que Paz sacó de entre sus prendas un cuchillo con una hoja de unos 30 centímetros y le aplicó una certera puñalada a Galván, en la zona izquierda del tórax.

Aparentemente la estrategia de la defensa de Paz era plantear un escenario en el que el propio Galván se autoinfligió la puñalada.

Esa posibilidad habría quedado prácticamente desvirtuada en la audiencia de ayer, ya que el médico forense que prestó testimonio describió que por la forma, la fuerza y el ángulo de la herida, es imposible que se la haya provocado él mismo.

Hoy tendrán lugar los alegatos de las partes y posteriormente el veredicto del tribunal.

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