Atraparon a "Los Beatles", dos asesinos del ISIS con acento británico

Fueron capturados por milicianos kurdos en Siria. Su grupo decapitó a 27 rehenes, entre ellos, dos periodistas.

Dos británicos célebres por su función en el encarcelamiento, tortura y muerte de rehenes occidentales del ISIS fueron detenidos por combatientes kurdos sirios, según funcionarios estadounidenses. Los hombres formaban parte de un grupo de cuatro militantes de esa banda terrorista conocidos como “los Beatles” debido a su acento inglés. Los funcionarios identificaron a los dos hombres capturados como Alexanda Kotey y El Shafee Elsheikh. Eran los dos últimos del grupo que seguían libres.

El cabecilla, Mohammed Emwazi, murió en un ataque aéreo en 2015 en Siria al cabo de una intensa persecución. Conocido como Jihadi John, degolló rehenes estadounidenses y británicos. Un cuarto hombre, Aine Davis, está preso en Turquía por terrorismo. Los cuatro del grupo vivieron en el oeste de Londres. Kotey, nacido en esa ciudad, es de ascendencia ghanesa y griega chipriota, mientras que la familia de Elsheikh huyó de Sudán en la década de 1990. Ambos hombres fueron señalados como terroristas extranjeros por Estados Unidos.

Los extremistas británicos eran conocidos por su brutalidad. Acostumbraban a golpear repetidamente a los rehenes que mantenían presos en la ciudad siria de Al Raqa, en un principio autodenominada capital del ISIS, y los sometían a la tortura conocida como submarino y a ejecuciones simuladas. Se cree que Emwazi mató a entre agosto y setiembre de 2014 a los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff, como así al trabajador humanitario Abdul-Rahman Kassig. Según Washington, el grupo decapitó a más de 27 rehenes.

Según el Departamento de Estado de EE.UU., Kotey “probablemente se ocupaba de las ejecuciones del grupo y los excepcionalmente crueles métodos de tortura, que incluían descargas eléctricas y la técnica del submarino. También actuó como reclutador y es responsable de haber captado a diversos connacionales del Reino Unido para que se incorporaran a la organización terrorista”.

Elsheikh viajó a Siria en 2012 e ingresó a Al Qaeda en ese país antes de alistarse en el ISIS. “Se dice que Elsheikh se hizo fama con el submarino, ejecuciones ficticias y crucifixiones cuando se desempeñaba como carcelero” de la banda, de acuerdo con el Departamento de Estado.

Kotey, de 34 años, y Elsheikh, de 29, fueron apresados por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) que apoya EE.UU., milicia encabezada por kurdos que combate los últimos focos de insurgentes del ISIS en ciudades y pueblos sirios alineados sobre el río Éufrates sur hasta la frontera con Irak. A mediados de enero funcionarios estadounidenses fueron informados de que dicha milicia podía haber capturado a estos hombres.

Las FDS sospecharon que los dos eran combatientes extranjeros y se pusieron en contacto con fuerzas de Operaciones Especiales estadounidenses, según dijeron funcionarios de EE.UU. Los estadounidenses confirmaron la identidad de los británicos a través de las huellas digitales y otras evaluaciones biométricas.

Distintos funcionarios describieron a The New York Times la captura y detención con la condición de mantener su anonimato porque los detalles del caso permanecen en secreto. La comandante Sarah Higgins, perteneciente a la armada y portavoz del Pentágono en asuntos de detenciones, no aceptó efectuar comentarios.

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La espantosa serie de decapitaciones que empezó con James Foley en 2014 conmovió a la administración Obama, a la que los familiares de las víctimas acusaron de no hacer lo suficiente para salvar a sus seres queridos. Las fuerzas estadounidenses llegaron a atacar la prisión de Al Raqa en julio de 2014, pero el ISIS ya había trasladado a sus rehenes.

Las familias anhelan desde hace tiempo recuperar los cuerpos de sus seres queridos, pero el control de sectores de Siria por parte del ISIS ha vuelto casi imposible la tarea. No ha quedado claro si el Departamento de Justicia de EE.UU. va a juzgar a los dos hombres ni cuándo se hará cargo de su custodia un organismo las fuerzas armadas. Para los agentes del FBI y otros funcionarios que han trabajado extensamente en el caso, traerlos para someterlos a un proceso legal sería una gran victoria.

Pero el Fiscal General Jeff Sessions se ha declarado partidario explícito de seguir utilizando la prisión militar de Bahía de Guantánamo en Cuba y las comisiones castrenses que funcionan allí. Thomas P. Bossert, asesor jefe del presidente en terrorismo, también ha presionado para que los sospechosos sean enviados a esa base naval. Gran Bretaña, estrecha aliada de Estados Unidos, podría oponerse a mandar los hombres a la prisión militar, que tiene muy mala imagen en el extranjero. Este país negoció la repatriación del total de nueve ciudadanos británicos a quienes la administración Bush había llevado allí hasta 2005; el último residente de Gran Bretaña que estuvo en la prisión, Shaker Aamer, ciudadano saudita que vivió varios años en el Reino Unido con su familia, fue enviado de vuelta a Londres en 2015.

Pero el gobierno británico ha despojado a Kotey y a Elsheikh de su nacionalidad, según un funcionario de EE.UU. El año pasado, el diario inglés The Times informó que el gobierno había rescindido la ciudadanía británica de unos 150 ciudadanos de doble nacionalidad sospechados de haberse unido a la banda, a fin de impedirles reingresar al país.

Además, dado que se sospecha que los hombres recientemente capturados son miembros del ISIS, y no de Al Qaeda, llevarlos a Guantánamo -donde los detenidos tienen derecho a presentar habeas corpus por su encarcelamiento- daría lugar a un dolor de cabeza legal que los funcionarios de seguridad nacional quieren evitar.

Un alto funcionario de EE.UU. dijo que Kotey y Elsheikh dieron a los interrogadores militares información valiosa sobre lo que queda de la dirección del ISIS y su estructura de apoyo. También se obtuvo información de los celulares y otros equipos electrónicos que llevaban consigo. Los hombres también podrían tener información sobre otros rehenes, incluido el periodista británico John Cantlie, secuestrado con Foley en 2012. Desde que lo tomaron como rehén, Cantlie ha aparecido en diversos videos de propaganda del ISIS.


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