Indignación por una frase del instructor al cadete: "Si tiene que morir, que muera"
El hermano de Emanuel Garay, el cadete fallecido en La Rioja durante un entrenamiento extremo, apuntó contra los policías.
"Los torturaron, los golpearon, 40 grados y les negaban tomar agua. Al que quería le decían que podía tomar agua, pero de los inodoros... El tenía un sueño, entró a su primer día de clases y 12 horas después estaba en coma", contó Adrián Garay, hermano Emanuel, el cadete fallecido luego de un brutal primer día de entrenamiento en la Escuela de Policía de La Rioja.
Emanuel Garay (19), uno de los 12 cadetes años que el pasado lunes sufrió las gravísimas consecuencias de esa brutal rutina, tuvo un cuadro agudo de deshidratación bajo temperaturas de casi 50° y falleció en las primeras horas de este sábado. La noticia fue comunicada por el propio padre del joven, Roque Garay, quien informó que "lamentablemente Emanuel falleció a las dos de la mañana de este sábado en el hospital Vera Barros debido a un paro cardíaco".
Según contaron otros cadetes internados con el mismo cuadro, Emanuel fue abandonado bajo el fuerte sol. Después de media hora, alguien vio que estaba convulsionando y lo llevó al hospital de la zona.
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"Estoy cansado de llorar. Perdimos a mi mamá el año pasado y ahora a mi hermano menor", contó angustiado Adrián, hermano de la víctima. Y agregó: "Nosotros responsabilizamos al gobierno de la provincia y a la Policía". Adrián relató: "Una de las chicas que estaba internada nos contó que un instructor vio caer a mi hermano y dijo 'si se tiene que morir, que se muera'".
"Estamos destruidos, lo acompañamos todos estos días y el desenlace no fue lo esperado...Mi hermano tenía toda una vida por delante. Ese día, Emanuel empezaba a cursar. Todo ocurrió el primer día en que empezó a cursar. Fue un sueño que terminó en pesadilla", afirmó.
"Lo hicieron entrenar en condiciones infrahumanas. Les negaron el agua y por eso mi hermano cayó desmayado. En ese momento la persona que estaba a cargo dijo esa frase aberrante: 'Si se tiene que morir, que se muera'. Mi hermano quedó entonces inconsciente, tirado bajo el sol de las tres de la tarde, y no recibió ayuda. A la media hora convulsionó y lo ayudaron. Lo llevaron al hospital, pero ya entró en coma. Los médicos lo intentaron todo, pero no pudieron hacer nada. Contra ellos no tenemos nada que decir".
Adrián también contó una de las peores atrocidades a las que habrían sido sometidos los cadetes durante ese primer entrenamiento: "Les dijeron que si querían tomar agua lo hicieran del inodoro... Mi prima, que también estaba en la práctica, tomó de esa agua. Fue terrible lo que pasó".
"El gobernador Sergio Casas se portó bien en primera instancia porque nos facilitó que médicos de otros lugares intentaran curar a mi hermano. Pero lo que queremos es la renuncia de toda la cúpula de Seguridad de la provincia. Ahora queremos que la Justicia actúe y que haya responsables por esto", finalizó el hermano de Emanuel.