En brutal enfrentamiento de patotas, dos jóvenes caen heridos por disparos de tumberas en el barrio Siglo XX
Apenas quedó demorado uno, de 20 años. El resto de los agresores fue puesto a disposición de sus padres. Otros dos acabaron internados con heridas que no revestían gravedad.
A tiros, una veintena de adolescentes ayer hizo madrugar a los vecinos del Bº Siglo XX, trenzándose en una pelea infernal con tumberas, cuchillos y ladrillos.
El escenario fue una calle en cercanías de manzana 50, lote 1, epicentro y punto de encuentro de jóvenes procedentes de los barrios Siglo XX, Siglo XXI, Campo Contreras Ampliación y el 750 Viviendas, todos complejos habitacionales del sur.
La batahola arrancó a las 2.45. Un vecino alertó, desesperado, a personal de la Seccional 51.
Al llegar el patrullero, dos bandos "intercambiaban" furia en un choque cuerpo a cuerpo.
Una hora después, desde el Hospital Regional se informó el ingreso de Santiago Lastra, de 20 años, vecino del Bº Campo Contreras.
Informe médico
Según fuentes médicas, presentaba un perdigonazo en el brazo derecho cerca del hombro.
Al ser asistido por el médico, diagnosticó raspón de bala, dándole el alta médica.
Fue examinado por el médico de Policía y le fijó 10 días de curación.
En tanto, a las 4.45 se registró otro ingreso: esta vez se trataba de un muchacho de 17 años, de apellido Vitalevi, del Bº 750 Viviendas.
El paciente presentaba herida de perdigón en el codo izquierdo.
Para los investigadores, las dos víctimas procedían del incidente mayúsculo en el Siglo XX.
Provocaciones
Un investigador señaló que el contexto conlleva rivalidades barriales, alcohol y drogas.
Acotó que no es el único conflicto que acabó a balazos limpios y subrayó que los puntos neurálgicos son las "Cuatro Plazas" del Siglo XX.
El principal espacio verde de la zona congregaría no solo a mujeres ávidas de bailar y hacer gimnasia, sino también a adolescentes ya proclives a la violencia mayúscula.
Con llamativa intensidad, en especial los fines de semana, los adolescentes zanjarían sus diferencias a trompadas.
Para los expertos, no será la última vez que la policía termine a las "corridas", ya que en plena estación vacacional los encuentros se multiplican y, con ellos, la posibilidad del desquite.