Con condena de 12 años y 8 meses, el tribunal castigó a "Bernacho" por violar durante 22 años a su hija

Domingo Bernardino "Bernacho" Bulacio ayer posó sus manos y se entregó a las esposas del policía, tras ser condenado a 12 años y 8 meses de prisión por violar durante 22 años a su hija, convirtiéndola en madre 8 veces. En fallo unánime, a las 13, los vocales Élida Suárez de Bravo, Lidia Elizabeth Díaz y Alfredo Pérez Gallardo (presidente) lo mandaron al Penal de Alsina 850, cerrando con ello un proceso iniciado en abril de 2014. En la sentencia, el tribunal rechazó el requerimiento de prescripción de la acción penal, formulado por el defensor Osvaldo Díaz, resuelto en torcer el destino de "Bernacho" desde el vencimiento de un plazo legal. La historia del individuo debe retrotraerse al año 1992. "Mi madre me abandonó diciéndome arreglátelas como puedas", confesó Antonia a EL LIBERAL. La niña de 7 años quedó sola y a los 9 "Bernacho", su padre, la llevó a la cama e inició un sinfín de vejámenes sexuales, sin que familiares, vecinos o extraños lo frenaran. No solamente corrompió el cuerpo de la niña, sino también la marginó de todo derecho en una pequeña de su edad: "No me mandó a la escuela, no podía tener amigos, jamás me llevaron a una plaza, o me regalaron unas zapatillas nuevas", agregó. -¿Usted sabía que lo que le sucedía no estaba bien?, indagó EL LIBERAL. "Él era mi padre. No sabía qué era, pero sé que no me gustaba; igual, él me pegaba", detalló. Durante el casi mes de juicio, de los relatos de testigos (en especial, asistentes sociales) emergieron posibles otros casos de abusos sexuales. "Yo no era la única. Hay parientes de él que hacen lo mismo con sus hermanas e hijas", profundizó la mujer, hoy de más de 30 años. Su calvario terminó en 2014. Un hijo confió a un adulto que su abuelo le hacía cosas a la mamá. "Como perrito la tiene y mi mami nos dice: chicos miren para otra parte", enfatizó.