"No metan bulla, llegó el jefe"
Las madrugadas, en las que las autoridades se retiraban de las dependencias, eran aprovechadas por los efectivos acusados para hacer ingresar a los familiares de los detenidos y así poder exigir sus "regalos".
Una de esas situaciones quedó registrada el 2 de septiembre cuando el sargento acusado -a bordo de un auto blanco, de uso particular- hizo ingresar a la pareja de Jesús y los dejó que pasaran un par de horas románticas, en una oficina.
El funcionario había ordenado a la "visita" que descendiera del vehículo en el que se trasladaba una cuadra antes de llegar al predio. Allí la recogería el auto blanco, en el que debía ascender para ingresar a ver a su amado, sin ser descubierta.
Mientras la pareja pasaba sus horas de amor, llegó un jefe que estaba de superior de turno. Rápidamente el sargento se comunicó con la novia de Araujo y le dijo: "No metan bulla que vino el jefe". Más tarde les piden que aguarden a su señal para salir.