"CESURA DE JUICIO"

Cometió un crimen cuando era menor y le dieron otra oportunidad

En el 2014 asesinó de una puñalada a su "rival". El tribunal decidió no fijarle una pena de prisión efectiva y apostar a su reinserción social.

La Justicia santiagueña resolvió darle una segunda oportunidad a Esteban Aranda, autor del crimen de Diego Escalante cuando ambos eran adolescentes en una pelea en una plaza de Bandera.

El tribunal que debía definir su suerte, apostó por la reinserción social del joven que hoy tiene 19 años y vive en Tucumán bajo la tutela de una abogada que lo conoció cuando cumplía la primera etapa de su tratamiento en el Centro de Guarda para Menores en conflicto con la ley.

Ayer concluyó la "cesura de juicio", y los magistrados debían resolver si fijaban una pena de prisión efectiva, o bien se le concedía la oportunidad de continuar en libertad, condición en la que se encuentra hace un año.

Los avances que registró Aranda en los últimos tres años, validados por informes psicológicos y escolares, de su tutora, entre otros, sirvieron para que el tribunal decidiera no fijar una pena de prisión efectiva y que continuara bajo la órbita de su tutora en la vecina provincia.

En agosto de 2014, Aranda y Escalante se enfrentaron en una plaza de la ciudad de Bandera, departamento Belgrano.

Los adolescentes mantenían una disputa de vieja data y esa tarde, Aranda atacó con una certera puñalada en la yugular a Escalante, causándole la muerte en cuestión de minutos.

Los dos eran menores, tenían 16 años por ese entonces. Por su edad fue internado en un centro para menores. El 28 de junio de 2016, Aranda fue sometido a un juicio oral celebrado en Añatuya, donde fue encontrado penalmente responsable por la muerte de Escalante y ordenó que continuará el tratamiento intramuro que cumplía en ese momento.

Cuando Aranda cumplió la mayoría de edad, se realizó una "cesura de juicio", donde por los avances que registraba hasta ese momento, la Fiscalía ya había requerido que sea externado, pero bajo la tutela de una abogada que conoció al autor del crimen, mientras éste se encontraba bajo el tratamiento en el centro de guarda.

Según los testimonios, a largo del último año, Aranda continuó con el proceso de resocialización, consiguió un trabajo en Tucumán, comenzó a estudiar para terminar el Nivel Secundario, cumplió con el tratamiento psicológico.

El tribunal, integrado por los Dres. Juan Carlos Storniolo, José Luis Guzmán y Luis Achával, evaluó la situación del joven y decidió que continuará externado bajo la supervisión de su tutora en la vecina provincia, sin recibir una pena de prisión efectiva.

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