El aporte de las unidades K9 devolvió la esperanza a la familia Salto de llegar a la verdad
El trabajo de los canes sin lugar a dudas superó todas las expectativas. Escépticos, la mayoría miraba de reojo la medida dispuesta por la Justicia a instancias de la recomendación de la Policía Federal, pero los perros demostraron que pueden ser una herramienta clave en este tipo de casos.
Durante las tres jornadas anteriores, los animales marcaron objetos que pueden tener vinculación con el proceso.
Previamente, durante 24 horas, tuvieron a su alcance prendas de vestir que supieron ser de Marito y con ese patrón de olor, es que buscan su rastro en todo Quimilí, Moreno.
Los canes van adelante, detrás suyo su adiestrador y expectantes siguen de cerca el trabajo de la jueza Rosa Falco, la abogada del padre del niño, Dra. Pamela Gadán, los efectivos de la Policía Federal afectados a la investigación, miembros de la División Homicidios y Delitos Complejos de Capital y la familia Salto.
Cada vez que los perros identifican algún rastro del patrón de olor del niño, "marcan" ese lugar con sus ladridos.
Las fuentes explicaron que el hecho de que los canes apunten a un objeto, no significa que Marito tomó contacto directo con el elemento. Puede haber sido manipulado por alguien que estuvo con el niño y de esa forma los perros ya lo pueden "marcar".
Las expectativas en los resultados de las pericias que se van ordenando a partir de los secuestros son muy importantes. El ánimo de la familia Salto pasó de la angustia e incertidumbre, al de esperanza en que de una vez por todas se puedan obtener pistas concretas de los asesinos de Marito, el lugar donde le quitaron la vida y los motivos del atroz hecho de sangre.