Egipto eleva a 305 víctimas en el peor atentado de su historia
La fiscalía revela que 27 niños murieron en el ataque terrorista contra una mezquita en el Sinaí
La fiscalía ha asegurado en su reconstrucción de los hechos, basada en el testimonio de supervivientes del atentado, que “los entre 25 y 30 atacantes de la mezquita enarbolaban la bandera del Daesh (acrónimo árabe de Estado Islámico)”. Los agresores que vestían uniforme paramilitar y llevaban la cabeza cubierta, “se situaron con armas automáticas en las puertas y ventanas del templo y abrieron fuego contra los fieles”, detalla el comunicado de la fiscalía reproducido por la agencia estatal de noticias MENA.
Testigos del ataque citados por la edición digital del diario Al Ahram aseguran que los terroristas hicieron estallar una bomba en la mezquita, adscrita al rito moderado sufí, considerado herético por el salafismo extremista, mientras varios hombres armados abrieron fuego de forma indiscriminada contra los fieles que tras la explosión. En medio de un gran despliegue de fuerzas de seguridad, los equipos de emergencia evacuaron hacia hospitales cercanos a los supervivientes en decenas de ambulancias a pesar del ser blanco de los disparos de los terroristas. Entre las víctimas había numerosos soldados de reemplazo que cumplen el servicio militar obligatorio en la conflictiva zona del norte del Sinaí.
En medio de la conmoción mundial y de la condena inánime de los líderes internacionales, Egipto asiste este sábado entre lágrimas a los funerales de las víctimas en el ataque terrorista más sangriento en su historia moderna. El ataque directo contra una mezquita repleta de fieles supone una escalada en la barbarie del yihadismo, que ha perdido ya su base territorial en Siria e Irak, y cuyos militantes vagan sin unas bases fijas por la frontera entre ambos países o por los desiertos de Libia y el Sinaí.