Cuáles son los síntomas que puede ocasionar la mala ingesta de un remedio
Niños, adultos mayores y embarazadas son más vulnerables a presentar reacciones adversas a medicamentos autoprescriptos. Estos efectos suelen incluir dolor de estómago, mareos o reacciones cutáneas alérgicas, y desaparecer luego de suspender la ingesta de medicinas infantiles. No recibir la dosis correcta de medicamentos pediátricos afecta tanto por exceso como por defecto: dosis superiores pueden provocar serias intoxicaciones; dosis bajas someten al niño al consumo de fármacos que difícilmente le ayudarán a sanar.
Los riesgos de la automedicación que más se presentan son: intoxicaciones pediátricas; dependencia o adicción; reacciones por interacción con otros medicamentos; y falta de efectividad por no estar indicados para determinada enfermedad, dosis inadecuada o tiempo de administración incorrecto.
Entre los fármacos más automedicados que pueden causar efectos adversos en la salud infantil se encuentran:
Antibióticos: la autoprescripción con antibióticos es frecuente en infecciones respiratorias o gastrointestinales agudas. Su administración injustificada o inadecuada, sobre todo en menores de 5 años, además de provocar efectos como dolor de estómago y vómito, puede desarrollar resistencia a los antibióticos, es decir, producir bacterias que requieran dosis mayores u otros fármacos para ser eliminadas.
Analgésicos y antipiréticos: en los niños se administran medicamentos de libre venta eficaces para aliviar dolor (analgésicos) y fiebre (antipiréticos). Los más utilizados son paracetamol y antiinflamatorios no esteroideos (AINE). El paracetamol, a pesar de que no provoca daño en la mucosa gástrica, en dosis excesivas puede perjudicar al hígado.
Entre los AINE se destaca el ibuprofeno, fármacos que, además de bajar la fiebre, reducen el dolor y la inflamación, pero cuyos efectos secundarios podrían provocar dificultad para respirar, tragar u orinar; ritmo cardíaco acelerado; pérdida de apetito; mareo, nerviosismo y zumbidos en los oídos.