OPORTUNIDADES

Gestoría: una carrera bien remunerada y con salida laboral

El gestor trabaja de realizar trámites que podría hacer cualquiera; crecen los interesados y aseguran que la salida laboral es buena.

Realizar un trámite en una oficina pública o privada puede convertirse en una verdadera pesadilla kafkiana. Siempre falta un formulario, un sello, un membrete, un certificado o una foto 4x4 que impide completar la tarea.

Sin embargo, hay gente que se capacita para resolver rápidamente trámites que para cualquier mortal son un engorro. El gestor es la persona que, en representación de otra, realiza trámites ante diversos organismos, que por lo general suelen ser públicos.

La carrera de gestoría puede hacerse en institutos terciarios o en cursos cortos. La profesión está regulada por ley y se necesita matrícula para ejercer.

Según los gestores consultados en una publicación del diario La Nación, se trata de una profesión independiente que está bien remunerada y tiene buena salida laboral. Para ellos, hacer trámites no es ni aburrido, ni desesperante, ni difícil: lo consideran una tarea desafiante, y en algunos casos, apasionante.

Los gestores suelen especializarse en un campo de trabajo, ya sea el automotor, el contable, el previsional, de la construcción, entre otros. Por ende, los trámites pueden estar relacionados con la venta de un auto, dar de baja un monotributo, realizar una habilitación o una escritura, gestionar una ciudadanía en la Embajada, presentar una declaración jurada, etcétera.

Cristina Vergara, 54 años, gestora especializada en el área impositiva y contable, explica: "Los trámites que hacemos los podría hacer cualquier persona. Muchas veces me encuentro haciendo cosas que digo "no pagaría por esto". Pero la gente paga porque no sabe cómo se hace o porque no tiene tiempo".

"Hay personas que les hablás de números o les pedís papeles y se marean, se ponen nerviosos, sienten presión. Aunque muchos formularios se fueron digitalizando, así y todo, seguimos teniendo trabajo", cuenta Cristina Vergara, quien estudió la carrera para poder trabajar en el estudio contable que tiene su familia.

En el mismo sentido opina Ibarra Mac Kenna, gestora especializada en el ámbito automotor. "Por más que la gente aprenda a hacer los trámites, los formularios se actualizan constantemente. Entonces vuelven a llamarnos. Algunos dicen que les sale más barato pagarnos que perderse un día de trabajo, porque quizá se los descuentan", explica.

Además de ser gestora, Delfina es docente de la materia "automotor" de la carrera terciaria de gestoría, y cuenta: "Hay cosas que di a principio de año que ya las tuve que cambiar por todo el tema de la digitalización".

Todos los gestores coinciden en que la salida laboral es muy buena. "Una de las cosas que más me gusta de ser gestora es que no haya competencia. Hay trabajo para todos. Cuando ves que las calles están llenas de autos, pensá que hubo un gestor trabajando en la venta, el patentamiento, o cualquier otro trámite relacionado", cuenta Ibarra Mac Kenna, que puede hacer más de 20 trámites durante una mañana en el registro automotor

Sin embargo, los profesionales coinciden en que se trata una carrera basada en el "boca a boca". Al tratarse de una profesión independiente, dicen que aunque conozcas todos los "vericuetos" o "manías" de un organismo público, para tener trabajo hay que "cultivar los contactos".

"Podés estudiar, leer y estar actualizándote todo el tiempo. Pero si no tenés contactos es imposible porque la relación se basa en la confianza. Manejás dinero y documentación importante de las personas", explica Langdon, quien brinda servicios para escribanías y estudios de abogados con todos los trámites que se necesitan para hacer una escritura o una hipoteca.

Además, muchas veces los gestores actúan de apoderados de empresas o personas. Esto significa que firman en nombre de alguien. "Tengo un apoderado al cual no le conozco la cara. Me dice que necesita una cédula azul y me deja los papeles en el buzón. Le hago la gestión, le dejo las cosas terminadas y me transfiere el dinero. Aunque si me lo cruzo, no lo conozco", cuenta Ibarra Mac Kenna, que trabaja en la empresa de un profesor de su facultad y también tiene sus propios clientes.

Ante la consulta sobre qué tan bien o mal paga está la profesión, todos contestan una sóla palabra: "depende". Esto es así porque no hay honorarios fijos según los trámites, sino que se pactan entre el gestor y el cliente. Además, al ser una profesión independiente, puede haber momentos de más o menos trabajo. Pero aseguran que quienes se forman y tienen contactos, pueden vivir de la profesión. Además, una de las ventajas es que cobran por trámite, por lo que finalizan algo en un par de días y ya reciben los honorarios. "No hay principio o fin de mes", detallan.

Para los gestores, realizar un trámite es un desafío; andar por la calle de un lado a otro es escaparle a la monotonía de la oficina; tener que estar todo el tiempo cambiando la forma de llenar un formulario implica aprender cosas nuevas. Y aunque a veces consideren que la tecnología es una "topadora" que quiere avanzar sobre su trabajo, afirman: "Nunca vamos a desaparecer".

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