RACING CLUB

La Academia sufrió otra derrota

El "Decano" convirtió los tres goles en los primeros 20 minutos. Lautaro Martínez metió el descuento.

Atlético Tucumán le dio un duro golpe a Racing Club, al que derrotó en forma contundente por 3 a 1 en uno de los partidos de la séptima fecha de la Superliga, a pocos días de que el equipo de Avellaneda se juegue la chance de acceder a las semifinales de la Copa Sudamericana, en la que debe revertir un resultado adverso ante Libertad de Paraguay.

Una ráfaga de tres goles en poco más de 20 minutos, convertidos por Favio Álvarez, Guillermo Acosta y Miguel Barbieri, en contra, definieron el partido jugado en el estadio Monumental de la capital tucumana, y para el visitante solo quedó el consuelo del descuento anotado por Lautaro Martínez, quien jugó más de 70 minutos: eso puede considerarse como la mejor noticia para Diego Cocca.

Si bien el técnico Cocca cuidó a algunos titulares, entre ellos a Lisandro López, puso en la cancha una formación que permitía ser optimista, pero regaló casi media hora del partido y eso le costó caro.

Un par de jugadas dudosas en el área del local, especialmente una mano cometida por Nicolás Romat en el arranque del segundo tiempo, fueron reclamadas por los jugadores de Racing que pidieron penal, faltas que de haber sido sancionadas por Fernando Echenique podrían haber modificado el resultado.

Los tucumanos consiguieron el segundo triunfo en la Superliga, el cuarto en los últimos 22 partidos jugados en Primera, y si bien festejaron por la importancia de los tres puntos obtenidos, no pudieron disimular la preocupación por la salida del arquero Cristian Lucchetti, quien una vez más fue figura mientras estuvo en la cancha pero debió ser reemplazado debido a una lesión cuya gravedad se conocerá una vez que se realicen los estudios correspondientes.

Los "decanos" saben que si aspiran a consagrarse en la Copa Argentina la presencia del arquero es fundamental.

Poco más de 20 minutos necesitó Atlético para darle forma a la victoria sobre Racing, algo que elaboró a partir de las virtudes propias y los errores ajenos.

Dos apariciones de Álvarez fueron clave ya que primero definió una gran jugada colectiva que inició el volante, quien en lugar de quedarse observando lo que hacían los delanteros siguió la jugada con atención y capitalizó el rebote que concedió el arquero Juan Musso para marcar el primer tanto desde el área chica y con el arco vacío.

Minutos después, el volante puso un pase preciso para la llega por sorpresa de Acosta, quien definió con el oficio de un delantero para ampliar la ventaja, mientras que el tercero llegó por una falla de Barbieri, quien desvió un centro de Alejandro Melo para vencer su propia valla.

El descuento logrado por Martínez antes del descanso ilusionó al visitante que en el segundo tiempo se volcó masivamente hacia el arco ahora defendido por Alejandro Sánchez pero no logró capitalizar las ocasiones generadas y por eso se volvió con las manos vacías.

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