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Fatídica descompensación en un motel sufre un pastor evangélico

La víctima era además empleado público. Dejó su trabajo a media mañana para ir al albergue. De allí lo trasladaron al Regional, donde murió .

Un pastor evangélico falleció en el Hospital Regional, tres días después de haber sufrido una terrible descompensación mientras se encontraba en un conocido motel de avenida Colón al 2.000 con una joven de 30 años.

Según el relato de su entorno, la víctima tenía a su cargo una iglesia en una zona rural del interior de la provincia. A la vez, se sabe, cumplía funciones en un organismo público.

Justamente, alredeor de las las 10 de la mañana del viernes 13 se habría retirado de la oficina. Media hora después ingresó con una bella mujer en un motel de avenida Colón, en cercanías de la Costanera y Belgrano.

A los veinte minutos, la acompañante reaccionó azorada ante un aparente "desmayo" de su compañero. La desesperación la desbordó. Gritó descontrolada y la auxilió el personal del motel, quien alertó a paramédicos privados.

Estupor colectivo

A los diez minutos, habría ingresado al edificio una ambulancia privada, cuyas sirenas alteraron la habitual calma, absoluta reserva y perfil bajo.

El personal advirtió que el cuadro era grave y resolvió conducirlo a Urgencias del Hospital Regional.

Ni bien fue ingresado el paciente al citado nosocomio, los profesionales descubrieron que la urgencia se situaba en el cerebro.

Irreversible

Durante tres días, los médicos hicieron lo imposible por estabilizarlo.

Sin embargo, fue imposible lograr que el hombre superase el trance y finalmente dejó de existir.

Como no hubo delito, tanto la descompensación en el motel, como el triste fin, no habrían demandado la actuación policial, tampoco de los fiscales penales de turno.

Así, un médico del Regional extendió el correspondiente certificado de defunción. Con ello, posibilitó la entrega del cuerpo a los familiares. La comunidad lamentó la pérdida del hombre que cumplía una misión importante en la zona donde tenía su templo.

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