Eduardo Ojeda confiaría por qué asesinó a su esposa Rocío Corvalán y fingió su suicidio en el baño de la casa
Eduardo Ojeda ampliará su indagatoria, el lunes, y todo indica que aportaría detalles valiosos sobre el confuso incidente en que su esposa, Rocío Corvalán, apareció muerta en el baño con una soga atada al cuello, en El Mojón, Pellegrini.
Ello fue deslizado desde la defensa, dentro de la investigación que lleva adelante la fiscal Aída Farrán Serlé, tras la tragedia el 12 de septiembre.
En la madrugada, Ojeda salió a la calle gritando que su mujer se había suicidado. Se presentaron los policías y advirtieron que Corvalán yacía sin vida en el baño, con una soga sujeta al cuello, pero nada en el otro extremo.
Al día siguiente, Ojeda cayó preso acusado de "femicidio".
Con rasguños
Desde entonces permanece en silencio con rasguños en la mejilla. Para la Fiscalía, discutieron. Ella le adelantó que deseaba separarse. Y él resolvió asesinarla, antes que permitir que se fuera del hogar.
Como Ojeda jamás soltó prenda, la Fiscalía se nutrió de otras pruebas científicas y testimoniales.
Un testimonio valioso es el del juez de Paz de la zona, a quien Corvalán habría adelantado que la relación tocó fondo y quería separarse.
Hora de la verdad
Un mes después, Ojeda transmitió a su abogado que quiere ampliar la indagatoria.
Esta vez hablaría y daría forma su lacónico comentario: "Me he mandado una macana", confiado a su entorno.
El momento de la verdad será este lunes, desde las diez de la mañana en el edificio de la Fiscalía.