Lo procesaron por matar al hermano en duelo con un machete y pedazo de madera
La previa fue una ronda de copas sin freno. Después, los hermanos se trenzaron en una pelea que terminó con un muerto.
La jueza de Transición, Rosa Falco, dictó el procesamiento de un jornalero de Libarona, Alberdi, atribuyéndole el homicidio de su hermano, al término de una feroz pelea en que el sujeto utilizó un pedazo de madera de la cama para doblegar a la víctima, armada con un machete.
El fallo fue dictado en contra de Félix Dionisio Gorosito, a quien la magistrada endilgó la figura de ‘homicidio simple’, reprimido con penas oscilantes entre 8 y 25 años de cárcel.
De acuerdo con la investigación, la tragedia estalló el 13 de noviembre del 2016 en Libarona, distante unos 25 kilómetros de Campo Gallo y 40 kilómetros de Chaco.
El hogar
Según la investigación, en un módulo habitacional vivían tres hermanos: Delfín (59), Félix (45) y Felisa Gorosito, de 56 años.
Los hombres habían iniciado, temprano, una ingesta de vino que se extendió hasta la noche.
Quizá resultante de viejas heridas jamás cicatrizadas, Félix Dionisio se trenzó en una dura pelea con Delfín Gorosito.
Con su hermana imposibilitada de separarlos, los sujetos empezaron a agredirse a trompadas y patadas. En segundos, Félix se apoderó de una madera de una cama y Delfín buscó un machete.
Sin regreso
En el fragor de la lucha, Delfín habría causado cortes importantes en el pecho al hermano.
Éste no fue menos. Esquivó algunos machetazos hasta lograr golpear en el rostro y derribar al oponente.
De acuerdo con la testigo, Delfín Gorosito se desplomó en el patio de la casa y allí recibió otros golpes.
Al asumirlo sin vida, el homicida -también con heridas de consideración e internado en el Hospital Zonal de Quimilí, Moreno- recién quedó a un costado sentado en la tierra.
Fue su hermana quien debió alertar a la policía: cuando llegaron los investigadores, la mujer abrazaba al hermano muerto, mientras su verdugo observaba en silencio su propia obra sin razón.
Cayó detenido y la magistrada ordenó una profunda investigación que ayer terminó con el procesamiento.
Enfrente, la defensora, Roxana Cejas, quizá apelará, ya que a su entender otra debe ser la figura: en el peor de los casos, exceso en legítima defensa.