ANÉCDOTAS DEL TAXI | Madraza
Por David Bukret.
Cuando ando mal parido, corro el asiento de acompañante bien adelante, para que nadie me joda...
Apenas bajé pasajeros, ella me abrió la puerta, y se instaló al lado mío. No me dio tiempo de nada.
-¡Eh... doñita, -le miento, -está roto el asiento, y no lo puedo correr más... pase atrás y va ir más cómoda...!
-¿Cómoda? Deja hijo, a mí nada me molesta.
Sesentona y piel curtida, que no encaja ni en morocha ni trigueña... Más bien una gringa quemada por largas resolanas.
-¡Hace una semana que duermo en una silla! -continúa, y creo que "antiayer" ha sio la última vez que í comío. Algunas enfermeras no me dejan traer sillón, y mañana le dan el alta a mi chango.
-Bueno pero digamé a dónde la llevo, po!
Larga una carcajada, y me pega un parchazo en la rodilla... -¡A TARAPAYA TI DICHO!
-No venga a mentí, no ha dicho ñaca, le mando, siguiéndole la buena onda.
-Ay... sabes hijo, -me dice ya en tono sentido- hace poquito se me lo ha ido mi viejo, y el que está en el hospital es un nieto que estoy criando... chango chico es, pero atoraaaaaante. Primer trabajo que ha tenío, a comprao moto. ¡AGATAS LO HAN SALVAO! Vea niño, -me dice, y se corre una faja, dejando ver varias cicatrices, - 7 operaciones me han hecho. Ya no tienen qué sacarme. Apendiz, matriz, un riñón, una teta... Vez pasada hasta un dedo de la pata mean amputao... hasta un "ABC" í tenío... Pero eso sí: a las 6 del la mañana ando arriba, le doy de comer a los animales, mientras voy sancochando algo... cosecho unas verduras para el día, y llevo a entregar unos pedidos al pueblo... 8 hijos propios, y cómo 6 ajenos í criao... Hecho una tapera debe estar el rancho, pero mañana viajamos mijito, y estoy parando en Tarapaya, en la casa de una familia amiga... No mía, de mi viejito, (ahí noté que lloraba).
-Eh... doñita... y uno se hace problema por boludeces...
-Cara í buenito tienes vos... ¿Te gusta el quesillo?
-Si, por supuesto.
- ¿No sabes andar por Tacañitas?
- ¿Pal lao de Añatuya?
-¡SIIII !
- Pasé un par de veces por ahí, creo que yendo a Suncho Corral...
-¡LLEGÁTE... UN MONTÓN DE COSAS TE VUA REGALÁ!
-¡Gracias Doña Negra!
Lamentablemente llegamos a destino. Bajó una bolsa con tunas, y rengueando se perdió en un pasaje, detrás del Linyerita...
Me quedé un rato, no se si mirándola, o admirándola, pero habría que rever eso de que los hombres somos el "sexo fuerte".