ANÉCDOTAS DEL TAXI | Relato
Por David Bukret.
A la anciana me la cargaron en el asiento de adelante, y ellas dos se subieron atrás. Habrían sido las hijas.
Desde que abordaron, y durante todo el trayecto que duró más de media hora, comenzaron a hablar mal de todos los familiares; de las cuñadas, de la comadre del vecino, de sus maridos... y, ¡ni la vieja se salvó!
Cuando llegamos a destino, por respeto le digo:
-¡Chau abuela!
Una de las doñitas me dice:
- No te va a responder, no escucha.
La abuela replica:
- Ustedes serán sordas, ¡todo í escuchao!... ¡CHAU HIJO, GRACIAS!
-¡Chau patrona!