En Añatuya se recordó el Día del Respeto a la Diversidad

El acto central por el día del Respeto a la Diversidad Cultural, se concretó en la mañana de este jueves y participaron delegaciones escolares de la ciudad, autoridades y comunidad.

En su invocación religiosa, el obispo diocesano José Melitón Chávez, expresó "la palabra de Dios en este día, nos habla de lo transitorio y coyuntural que pueden ser el poder de los hombres y de los pueblos.

Lo importante es darle el centro de la vida a Dios, para poder garantizar el encuentro, la paz y el respeto que debe primar siempre sobre toda diversidad, sea política, cultural o religiosa"

Añadió "hoy nosotros tenemos la oportunidad de celebrar de una forma madura este día; no ya sólo inclinándonos solamente por una mirada, sino invitados a celebrar la diversidad; eso ya es un paso de madurez, porque el mismo que es autor de la unidad es autor de la diversidad y no cualquiera sabe respetar eso.

Debemos saber convivir con los demás en la tolerancia, en el respeto; saber que siempre por sobre todas las cosas somos hermanos y cada uno siempre tiene una riqueza para aportar.

Esto que es una memoria del comienzo de ese encuentro de esas culturas tan distintas, y que providencialmente llegó a ser lo que hoy somos nosotros los pueblos de América, nos da la oportunidad de agradecer, pero de asumir también la historia, hoy aquí, no solamente en América sino en nuestro propio pueblo, para que pueda ser también un lugar de encuentro, de diálogo, de respeto y de cuidado mutuo" sostuvo el prelado.

Por su parte, el docente Miguel Pajón, a cargo de las palabras alusivas, manifestó "para conmemorar este día, que desde hace algunos años por suerte tuvo un cambio de paradigma, debemos basar nuestras vidas en el respeto por la diversidad y el respeto en general.

Pero tampoco debemos olvidar la historia, que es parte de nosotros mismos y nos permite crecer, no olvidar y proyectar.

No podemos soslayar que el 12 de octubre se conmemoró por muchos años el Día de la Raza, y que fue el inicio de un proceso de genocidio. Aproximadamente cien millones de aborígenes vivían en América en la llegada de Colón en 1492, y en 1810 según un censo americano, solamente quedaban treinta, 70 millones habían muerto por la explotación, asesinato o enfermedades traídas por los españoles, convirtiéndose sin duda, en el mayor genocidio de la historia de la humanidad.

Hoy nos tenemos que preguntar si ese respeto por la diversidad cultural estamos dispuestos a llevar adelante. Tenemos que aprender a ser respetuosos para poder aceptar lo demás" sostuvo.