"Prohibir las narco novelas no es la solución, alienta el morbo"
Protagoniza la exitosa serie "El Chapo", producida por Netflix y Univisión.
Gerardo Flores Mendoza, "Terry", es un prestigioso actor mejicano que hoy se destaca en la segunda temporada de "El Chapo", una serie producida por Netflix y Univisión donde retrata los últimos treinta años de ‘carrera criminal del tristemente célebre, Joaquín Archivaldo Guzmán Loera alias ‘El Chapo Guzmán’, tal como la definió el propio Gerardo en una entrevista exclusiva con EL LIBERAL. México quiere prohibir las narco novelas porque activistas sostienen que se enaltece y banaliza la vida criminal. La prohibición no es la solución, si hay que contar las historias, pero de manera responsable, no sacándolas de contexto y apegándonos a la realidad más inmediata, si la gente supiera que los narcos casi no duermen en el mismo lugar dos veces, que pocas veces pueden ir a visitar a su familia, y que a veces les toca llorar a sus muertos corriendo mientras el operativo va tras de ellos, la gente tiene que entender que el mundo narco no tiene nada de fascinante pues todo es efímero, nada de eso dura. ‘El Chapo’ siendo un personaje poderoso terminó cubierto de lodo y sucio hasta la cabeza en el momento de su captura. Algunos estados y municipios de México aprobaron ordenanzas prohibiendo los narcocorridos. Vuelvo al punto de que la prohibición no es la solución, solo alienta más el morbo y las ganas de escucharlos. Esta vertiente del género de música Regional Mexicana, siempre ha existido, son los juglares épicos del pueblo. Cantan y cuentan lo que nadie se atreve a contar. Los narcocorridos cuentan sucesos a detalle, los móviles de cada crimen, son para algunos la única forma de saber la ‘verdad’. ¿Por qué hay una especie de fascinación del cine y de la televisión por llevar a la pantalla la vida de conocidos narcos? Hablando en el caso de México, lo que sucede es que la gente desconoce por completo porque gente como Amado Carrillo, Rafael Caro Quintero, ‘El Chapo’ Guzmán y otros, se convirtieron en lo que conocemos, pocos saben la miseria en que se vive hasta hoy en día en la comunidades sierreñas más abandonadas y marginadas de México, lugares donde se padece un hambre que nadie se imagina, y donde el gobierno por décadas los ha dejado en el completo abandono. Surgen estos personajes, que movidos por el hambre y la necesidad, se ven obligados a sembrar lo único que puede ayudarlos a salir de esa miseria y alimentar a sus familias, a sabiendas del trágico final que puede tener su vida en cualquier momento. La fascinación por este mundo fue manipulada irresponsablemente por quienes empezaron a mal contar historias, creando aspiraciones de fantasía. Por eso hoy hay "narquillos", "traquetos" y aspirantes mal logrados de Capos. En Capos, que coronan algún "negocito" y con lo que ganan quieren mostrar que lo lograron!! ....pero quieren festejar al nivel de Al Pacino de "Scarface" y tomando champagne en un yate como la "Reina del Sur".... y ahí si ya se jodió todo, porque los vecinos del barrio de estos personajes empiezan a envidiar esa falsa fantasía. ¿Las llamadas narco novelas ayudan a esclarecer el fenómeno del crimen organizado? Las narco novelas como el término lo dice, son novelas, tienen muchísimos elementos fuera de toda realidad y proporción, elementos románticos dentro del crimen, absurdos completos, como si dentro de un mundo de sangre y pólvora pudiera nacer o darse algo "bello". No ayudan para nada este tipo de historias. Últimamente habían venido haciéndose producciones de muy buenos presupuestos pero historias pésimas, muy pobres en el contenido, terribles. "El Chapo, la serie" es un proyecto hecho con responsabilidad. Estamos contando una historia que paso y sigue pasando, pero que la nuevas generaciones desconocen por completo donde es que se originó "la falla", qui{enes fueron los principales actores de esta pesadilla que derivó en esta vorágine de violencia y corrupción en México y América Latina, porque todos tienen nombre y apellido. Este tipo de serie en la que participo, no endiosa, ni glorifica a nadie, muestra lo crudo y sanguinario que es la vida del narco.