Los acusados de asesinar a "Kin" Ramos dieron su versión y afirman que sólo se defendieron
Los seis detenidos, acusados de haberle propinado una golpiza y luego asesinar de un disparo a Héctor Guillermo "Kin" Ramos, ampliaron su declaración de imputados y dieron su versión de lo ocurrido aquella fatídica jornada de domingo.
Ramos, hijo de un ex jefe de la barrabrava del club Atlético Tucumán, fue ultimado frente a un potrero del barrio Villa Balnearia el pasado 20 de agosto. Apenas 24 horas después fueron apresados los sospechosos de haber participado en el hecho de sangre.
Los hermanos Agustín y Damián Carrizo, Brian Torres, José Ledesma, Darío Nieva y Mauro González permanecen tras las rejas con prisión preventiva, dispuesta por el juez de Control y Garantías de Las Termas, Dr. Diego Vittar, al hacer lugar al pedido del fiscal Ignacio Guzmán.
Pesa sobre ellos la grave calificativa de "homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas", la cual prevé como pena máxima la prisión perpetua.
De acuerdo con la investigación, esa mañana "Kin" Ramos no estaba unicamente con un amigo, como se creía en un primer momento, sino que también habría estado en compañía de tres de los que hoy están acusados de su muerte.
Cerca del mediodía llegaron los otros tres imputados en un automóvil (Renault Clío gris) y allí se desencadenó el desigual enfrentamiento.
El sexteto habría comenzado a agredir físicamente a "Kin". Los golpes de puño y puntapiés fueron seguidos de un botellazo en la cabeza como lo denotó el informe preliminar de la autopsia, hasta que uno de los mellizos Carrizo -aún no se determinó cuál- habría sido el que sacó de sus prendas un revólver calibre 22 y ejecutó a la víctima de un disparo en el corazón.
Las fuentes confiaron que después de haber optado por el silencio en su primera indagatoria, los seis sospechosos decidieron ampliar su declaración y contar su versión.
Según deslizaron las fuentes, todos coincidieron en un relato en el que trataban de justificar el ataque a "Kin" Ramos, señalando que ellos sólo se defendieron, pero la supremacía numérica de los acusados genera dudas sobre sus dichos.
El fiscal Ignacio Guzmán estaría aguardando los informes médicos complementarios, para luego requerir la elevación a juicio de la causa.