Piden dos detenciones por estafa a Desarrollo Social vía Facebook
El enigma radica en el cómo y cuándo la mercadería "salió" de los depósitos y empezó a ser rematada a través de las redes sociales.
La Fiscalía indagó ayer a Dante Gerardo Molina, uno de los 4 sujetos sospechados de vender zapatillas, camas, sillas y vales de bolsines, propiedad del Ministerio de Desarrollo Social.
El trámite estuvo a cargo de las doctoras Lorena Nieva y Mariana Lascano, quienes timonean un proceso también en contra de Claudio Sebastián Barraza, Dennis Brandon Argibay y Carlos Francisco Corbalán.
Asistido por el abogado Luis Palavecino, Molina habría reconocido que vendía zapatillas (27 pares) y la vía elegida fue Facebook.
"Es cierto, me la dio Coronel y éste sé que las recibió de un tal Sayago", precisó Molina, quien se habría presentado en la División Delitos Económicos el 15 de septiembre.
El 22, el juez de Control y Garantías, Fernando Paradelo, dispuso su detención, medida aún vigente.
Con muchas verdades a medias en los sospechosos, la Fiscalía edifica un proceso que asoma como un temido buscapié judicial.
Motivos hay de sobra. Después de la indagatoria, el abogado habría requerido la detención de Coronel y Sayago, se supo.
Siempre en función a la incipiente investigación, trascendió que la Fiscalía podría agravarle los cargos a Carlos Francisco Corbalán, empleado de uno de los depósitos del ministerio.
A los cargos de "defraudación", podría adosársele el de "peculado", es decir la "malversación de los fondos públicos".
Según la causa de Fiscalía, los cuatro sujetos habrían sido delatados por la red social Facebook.
Por las pruebas obtenidas hasta anoche, Molina vendía zapatillas; Argibay, camas de emergencia; Barraza, sillas y Corbalán, vales de bolsines.
Los trabajos continúan y los investigadores no descartaban que se incremente el número de detenidos.
En carpeta habría tres sospechosos más, además de los dos citados por Molina y cuya suerte final es potestad de la Fiscalía.
Sus funcionarias no deslizan nada, pero se intuye que la causa no tiene techo.