Tres de cada 4 emigrantes sufrió abuso y explotación en la ruta del Mediterráneo
El 77% de los menores que buscan llegar a Europa por esa vía denunció abusos, según testimonios.
Tres de cada cuatro menores emigrantes que intenta llegar a Europa por rutas del mar Mediterráneo central sufrió abusos, explotación y prácticas que pueden equivaler al tráfico de personas, advierte un informe de Unicef y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
El estudio determinó que el 77% de los menores que buscan llegar a Europa por esa vía denunció abusos, de acuerdo con los testimonios de 22.000 personas, incluidos 11.000 jóvenes (entre 18 y 24 años) y adolescentes (entre 14 y 17).
También certificó que el riesgo de ser víctima de la trata casi se duplica en el Mediterráneo oriental, donde un 17% de los adolescentes y los jóvenes denunciaron casos de explotación, comparado con un 10% de los adultos de 25 años en adelante.
El porcentaje de quienes fueron víctimas de abuso o explotación se eleva hasta el 83% en los que cumplen el siguiente perfil: varones, menores de 17 años, que viajan solos, que no tienen estudios y que provienen del África subsahariana.
La investigación concluye que los adolescentes y jóvenes que proceden del África subsahariana corren un riesgo mayor de sufrir explotación y verse afectados por la trata que quienes provienen de otras partes del mundo.
En el caso de los emigrantes que llegan a Europa por el Mediterráneo oriental, el 65% de los subsaharianos padeció algún tipo de explotación, mientras que los que provienen de otras regiones por la misma ruta la el porcentaje de denuncias de abuso se reduce a un 15%.
Según Unicef y la OIM, el racismo es ‘probablemente un factor subyacente importante’ detrás de esa diferencia.
Los adolescentes y jóvenes que viajan solos o durante largos periodos de tiempo, así como aquellos que poseen menores niveles de educación también son muy vulnerables a la explotación de los traficantes y los grupos criminales durante sus trayectos.
Según el informe, la ruta del Mediterráneo central es ‘particularmente peligrosa’, dada la anarquía en Libia, junto con la presencia de las milicias y la criminalidad.