Una santiagueña cuenta desde Boca Ratón cómo se vive a pocas horas de la llegada del huracán
"Recién, hoy hace unas horas nos ha agarrado miedo y nos hemos puesto a buscar vuelos para irnos pero todo están agotados", dijo la santiagueña que reside hace un año en Boca Ratón
La santiagueña Josefina Pereyra vive a una hora de Miami, en Boca Ratón. Su voz, desde el otro lado de la línea, suena calma aunque con cierta angustia contenida.
Hoy, junto con su pareja, viajará hacia Weston, a unos 43 kilómetros de su vivienda para emprender un éxodo como el que realizó ya casi el 90% de la gente que vive en esa ciudad. Josefina, pensaba quedarse en su condominio, que es a prueba de huracanes, pero decidieron con su compañero migrar a la casa de una tía para estar más acompañados.
En las últimas horas, la preocupación comenzó a ganar cada vez más terreno. Tanto como la fuerza que fue adquiriendo el huracán Irma que, según se estima, el sábado por la noche o en la madrugada del domingo tocará tierra e ingresará por el estado de La Florida. La angustia se amplificó cuando vieron y escucharon por la televisión al alcalde de Miami que en la víspera solo dijo una palabra a los habitantes de esa ciudad: "Váyanse". Que lo diga la autoridad de una ciudad que están tan distante como el equivalente a la distancia de esta Capital de Las Termas, sin duda habrá multiplicado la preocupación.
"Vivo en Boca Ratón. A una hora de Miami. Aparentemente el huracán ha virado hacia el oeste entonces entrará derecho por el estado de La Florida, pero no es seguro. A partir de mañana a la noche -por hoy- nos pidieron que nos quedemos en la casa y que no salgamos. Porque el huracán nos estaría tocando el sábado a la noche o domingo a la madrugada", relató.
Desde esta semana, Josefina cuenta que Boca Ratón se parece a una ciudad fantasma. "El lunes fue feriado. La gente aprovechó para hacer su compras en los súper, para cargar nafta, aunque es un poco extremista, entiendo también que esto nunca en la vida ha pasado", señaló.
El antecedente más inmediato es del huracán Andrews que asoló esas tierras hace 25 años. "Pero éste que viene es mucho peor. El huracán llega el domingo y toda la semana la gente estuvo cargando nafta. Los supermercados desde el martes están vacíos. No hay nada: ni agua, ni alimentos perecederos", señaló. "De a ratos pareciera que estamos en una película. Pero nos estamos yendo porque no queremos quedarnos solos", indicó. Información publicada en diario EL LIBERAL. Director Lic. Gustavo Ick.