El Dique Frontal de Río Hondo cumplirá 50 años de su construcción
El Dique Frontal cumplirá
el próximo 27 de
septiembre 50 años desde
su inauguración, en
1967.
La piedra basal para
la construcción del Dique
Frontal se colocó en
enero de 1956, iniciándose
la obra en el mes
de noviembre del mismo
año. La empresa extranjera
Panadille fue
la encargada de la construcción,
la misma les
dio trabajo a cientos de
obreros de la ciudad,
el interior y de Santiago,
Tucumán, Córdoba y
Buenos Aires, según datos
de la Secretaría municipal
de turismo.
El Dique Frontal embalsa
un lago artificial
de 33 mil hectáreas, apto
para la náutica y la pesca
deportiva. Su construcción
tiene como finalidad
atenuar las crecidas,
mejorar el riego y generar
energía. La puesta en
funcionamiento de esta
obra hidráulica trascendental
para la provincia
se produjo el 1 de enero
de 1968. La capacidad
de la presa es de 1.750
hm3 (hectómetros cúbicos)
y asegura el regadío
para una vasta superficie
de tierras sumamente
áridas, al mismo tiempo
que atenúa las crecientes
del río, regula el régimen
de su caudal, provee
agua destinada al consumo
y genera energía.
La central hidroeléctrica
que se ubica al pie de la
presa posee una potencia
instalada de 15.200 KW.
Los grandes volúmenes
de agua embalsada por
el muro de contención
de la presa proceden de
la vertiente oriental de
las sierras tucumanas del
Aconquija y de las Cumbres
Calchaquíes.
La superficie del gran
lago ar t i f i c ial que s e
ha formado supera las
30.000 hectáreas y la
utilización de sus aguas
se regula según un convenio
establecido entre
las dos provincias que lo
comparten: Tucumán y
Santiago del Estero, que,
respectivamente, tienen
bajo su jurisdicción el 32
y el 68% de su superficie.
Desde la terminación de
la obra, el dique de Río
Hondo se ha convertido
en un punto de atracción
turística, ya que a la rica
fauna ictícola que puebla
el lago e invita a la pesca
deportiva, se suma la
posibilidad de practicar
actividades náuticas. Sin
embargo, para Santiago,
que siempre padeció
el problema del agua -ya
sea por su escasez o como
por el desborde incontrolado
de sus dos
grande ríos-, el dique de
Río Hondo es un paso de
gigantes hacia un futuro
más promisorio.