"Fratricidio" desnudó dos años de "affaire" entre cuñados
La Fiscalía trasladará a numerosos testigos. También, habrá pericias vitales para la investigación. Diario íntimo del amor y el luto.
Un apasionado ‘affaire’ amoroso con la cuñada, que se extendió por dos años, acaba de salir a la luz con el asesinato del esposo, tragedia que el homicida intentó camuflarla de suicidio: con el cuerpo dentro de la casa y la escopeta, afuera (¿?).
El horror estalló el 23 de agosto en Los Porongos, distante 80 kilómetros de Selva, departamento Rivadavia, casi en el límite con Santa Fe y Córdoba.
La víctima resultó Alberto Agustín Mansilla (40) y el victimario, Alejandro ‘Piru’ Mansilla, protagonista de un ‘fratricidio’ que shockea hoy a sus vecinos.
Pronóstico de perpetua
‘Homicidio calificado por alevosía’ es la figura enrostrada por las fiscales Cecilia Rímini y María Emilia Ganem, reprimida sólo con prisión perpetua.
Paradojas de la muerte, la vida de la pareja adquiere trascendencia por su desandar. Se sabe que Alberto vivía a un kilómetro de la casa de su hermano. Desde hace años, el matrimonio transcurría a los ‘tumbos’. La mujer le endilgaba violencia a su marido, pero seguían juntos porque eran padres de tres niños.
Grises de a tres
Dos años atrás, ‘Piru’ y su cuñada iniciaron un romance. Cada vez que Alberto partía a su trabajo, hermano y esposa daban tienda suelta a su ‘amor’.
Lejos de las miradas indiscretas, los cuñados construían un vínculo, aún a sabiendas que sus cimientos emergían débiles.
A medida que Alejandro dibujaba sonrisas intensas en la mujer, ello devaluaba más la figura de Alberto.
Ese círculo tóxico claudicó con una paliza de Alberto. Ella lo abandonó y huyó a Santa Fe. Alejandro cruzó el límite de la cordura. Recriminó al hermano la violencia y lo asesinó de un tiro por la espalda.